De punta en blanco. Real Madrid

Empate a dos y gracias. El Real Madrid dio un paso hacia los octavos de final, pero no lo hizo de la manera que esperaban sus aficionados. No hubo victoria, ni siquiera buen juego y la sensación que quedó es que el equipo blanco ha perdido buena parte de las señas de identidad del año pasado: ni gana los combates en el intercambio de golpes, ni se siente cómodo en los envites más físicos.

De todos modos no conviene perder la perspectiva de este partido. El Madrid sumó un punto ante el equipo que, exceptuando al Barcelona, más valiente ha jugado en el Santiago Bernabéu en muchos años. Salvo el excelente artículo de Marcos López en su blog 'Futbolitis', me sorprendieron las previas periodísticas que preveían poco menos que un paseo blanco. Tras el encuentro de ayer en el Bernabéu, el Dortmund ha abierto la puerta enseñando a los próximos rivales cómo se puede hacer daño al equipo de Mourinho.

El enésimo tropiezo continental del millonario pero ineficaz City dibuja un paisaje halagüeño para el Madrid, pero como dice una canción de Enrique Bunbury, las consecuencias son inevitables:

- La pareja Xabi Alonso-Modric no funciona: Mourinho temía especialmente las transiciones ofensivas del Dortmund. Para ello, el mejor antídoto era minimizar las pérdidas de balón en el centro del campo. Sin Khedira y con Essien entre algodones, a Modric le llegó el momento de justificar parte de la inversión realizada por el club blanco. Salvo excepciones, no jugó en paralelo con Xabi Alonso, pero se mostró demasiado tímido a la hora de ofrecerse. Tras 45 minutos intrascendentes, el croata se quedó en los vestuarios. Con Essien, el Madrid presionó más arriba y recuperó antes la pelota. Será complicado volver a ver juntos en un partido de altura a Xabi y a Modric.

- Las distracciones en defensa, una constante: El Dortmund hizo muchos méritos para batir a Casillas en repetidas ocasiones, pero los dos goles llegaron tras varios fallos en cadena de la zaga blanca. En el tanto de Reus, Pepe acude a una pugna en una zona del campo que no le correspondía; Arbeloa se distrae y el extremo alemán aprovecha ese espacio para plantarse en el área. Casillas tampoco está afortunado, pero en su favor puede alegarse el extraño efecto que dibujó el balón. Peor aún es el balance del segundo gol. Un balón frontal pilla una vez más fuera de lugar a Sergio Ramos, los centrales no corrigen la posición y Arbeloa cierra tarde. Urge el regreso de Coentrao para que las piezas vuelvan a su sitio, es decir, Arbeloa en el lateral y Pepe y Ramos como capos de la zaga.

- El problema del delantero centro: Mucho se habla de la competitividad entre Higuaín y Benzema, pero muy poco de las carencias a las que arrastran al equipo ambos jugadores. Con el francés, el Madrid pierde pegada pero gana en asociación, justo al contrario de lo que sucede con el 'Pipa'. Con ellos lesionados, a Mourinho le tocó buscar un plan 'B' en el que Cristiano jugó como referencia. No se desenvolvió mal, pero al portugués pide a gritos un descanso que le devuelva la frescura necesaria para resolver jugadas que antes eran sinónimo de gol.

- A la heroica, mucho mejor: Cuando no encuentra el camino del fútbol, el Madrid necesita siempre una dosis de vértigo. Sin espacios y casi sin ideas, los blancos sólo crearon ocasiones cuando optaron por la intensidad en la presión y los riesgos a la espalda de los centrales. Di María, Özil y Kaká no marcaban las diferencias en el uno contra uno y las oportunidades más claras llegaron con el juego directo, una dinámica que favoreció a que el equipo blanco se partiera por momentos.

Aún queda mucho margen para la mejora, pero también demasiado trabajo por delante. Seguro que la libreta de Mourinho recogió todavía muchas más conclusiones que estas. ¿Cuáles son las vuestras?

Publicado el 7 de noviembre de 2012 a las 10:15.