Fernando Gago, del 'nuevo Redondo' a la salida por la puerta de atrás
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Fiel a la política planteada por Florentino Pérez, el Real Madrid parece dar prioridad a las bajas en su plantilla que a las altas. Así, Fernando Gago ha dejado de ser definitivamente jugador madridista tras confirmarse su fichaje por el Valencia, una operación con la que el Madrid logra dejar un hueco en su plantilla, pero que no sirve para recuperar la inversión hecha en su día por el mediocentro argentino.
Fernando Gago llegó en el mercado invernal de la 2006-2007 para dirigir el centro del campo de un equipo que estaba a la deriva. Con Fabio Capello enfrentado con la grada y el Barça distanciándose cada vez más al frente de la tabla, las expectativas en torno a la contratación de este jugador fueron mayores si cabe, quizás desborbitadas. Su demarcación, el hecho de ser argentino y su corte de pelo invitaron a la grada del Bernabéu a pensar que estaban ante el nuevo Redondo, un jugador que seguía siendo añorado tras los 'recitales' de Emerson y Diarra.
Antes de emitir un veredicto precipitado, cabe decir en su favor que hubo varios aspectos que jugaron en su contra. El primero de ellos fue el precio pagado por el inefable Ramón Calderón. El Getafe preguntó unas semanas antes por este mismo jugador y la respuesta de Boca fue clara: 6 millones de euros. Pocos días después, Calderón sacaba pecho por haber firmado un contrato televisivo multimillonario y Macri, que tiene un olfato bárbaro para los negocios, le obligó a tirar de chequera para desembolsar nada menos que 20 millones.
El otro punto a tener en cuenta es que Gago, como dije en otras ocasiones, fue preso de la etiqueta que le acompañaba. La estrategia habitual de los representantes pasa por catapultar un vídeo de un jugador con sus mejores acciones y de paso colocarle como 'el sucesor de...'. Por presencia física y por cualidades parece evidente que Gago tenía muy poco de Redondo: mientras uno era experto en llevar la pelota al área contraria cosida a su bota izquierda, el otro se dedicaba a distribuir juego con criterio pero sin demasiados riesgos.
No sabemos si por el peso de tanta responsabilidad o que al final la fama que le precedía en Boca Juniors no era para tanto, el caso es que Gago ha sido una decepción en el Real Madrid. Hasta la llegada de Xabi Alonso se erigió en titular indiscutible, pero le tocó lidiar con el mejor centro del campo de la historia de la Barça, y en esa comparación eterna que viven los dos grandes del balompié patrio, Gago salió derrotado de forma severa.
Ahora tiene una nueva oportunidad en el Valencia, como ya la tuvo el año pasado en la Roma. En la capital del Turia, Gago espera reencontrarse con su mejor fútbol. La ilusión está de su lado, pero el objetivo no es nada sencillo: la grada de Mestalla tiene tan poca paciencia o menos que la del Bernabéu. Suerte Gago, creo que la vas a necesitar.
Publicado el 20 de julio de 2012 a las 09:15.