Un diez para Arteaga, Hierrezuelo y Conde
Archivado en: Real Madrid, baloncesto, Pablo Laso
Había un tiempo en el que cualquier equipo español que viajara a Grecia, Israel o Turquía parar jugar un partido de competición europea siempre guardaba un lugar en su maleta para el temor hacia la actuación de los árbitros. La historia de este deporte está repleta de robos a mano armada en las pistas del Maccabi, Panathinaikos, Olympiakos o Fenerbahçe, pero afortunadamente, esa leyenda negra parecía excluir a la Liga ACB.
Por eso, el capítulo del martes en el marco del tercer partido de la semifinal entre el Caja Laboral y el Real Madrid era aún más preocupante. El Baskonia dejaba a los de Pablo Laso contra las cuerdas en un encuentro en el que los madridistas estuvieron mal, pero en el que además se vio una actuación de los colegiados que queda muy lejos de la excelente reputación que tiene este colectivo. En la relación causa-efecto que pudieron tener las palabras de Querejeta no sabemos cuánta parte de culpa recae sobre los hombros del dirigente vitoriano, aunque para darle mayor importancia al asunto valga la reacción de los neutrales: Juan Carlos Sánchez afirma que varios árbitros y clubes les llamaron para decirles que había sido "una vergüenza".
Una polémica tan habitual en el fútbol como esta, no así en el baloncesto, ponía en el centro de la diana a Arteaga, Hierrezuelo y Conde. El mejor trío posible para pitar cualquier encuentro pisaba un terreno en el que parecía tener todo en contra: su actuación iba a ser mirada con lupa por todos. Al final, demostraron que la experiencia es un grado y que afortunadamente el arbitraje español goza de mejor salud de la que se podía presumir tras el tercer partido.
Tal vez esa fue la mejor noticia para el Real Madrid. El equipo de Pablo Laso mostró además una madurez extraordinaria que le llevó a no perder los papeles, ni siquiera cuando estaba once puntos abajo y las puertas de la final comenzaban a cerrarse. Era cuestión de tiempo y de paciencia que el porcentaje estratosférico de acierto del Caja Laboral disminuyera. Cuando bajó la marea vitoriana, el Madrid se subió a la ola del triunfo con sus mejores surfistas: Llull, Carroll y un entonadísimo Velickovic. Ahora, la cuestión es no ahogarse en la orilla. Por el arbitraje no será.
Publicado el 1 de junio de 2012 a las 12:00.