A grandes males, grandes remedios (capítulo II: el cuerpo técnico)
Archivado en: Real Madrid, Juande Ramos, Schuster
Después de hacer un repaso más o menos detallado de la situación de la plantilla blanca, en este post me centraré en el cuerpo técnico. Vayamos por partes.
Juande Ramos no es el culpable de toda su parcela, me explico. La temporada comenzó con Bernd Schuster en el banquillo, un entrenador que mentalmente había dejado de ser preparador del Real Madrid desde el momento en el que la directiva no le dio los refuerzos que pidió. Vale, tenía razón, pero desde luego, lo certero hubiera sido dimitir en pretemporada y dejar de ese modo en evidencia a Mijatovic y cía.
Pero no, el alemán se quedó en su cargo esperando a que llegara el momento, porque aunque él dijera lo contrario, sabía de sobra que con esta plantilla no iba a ninguna parte y que era cuestión de tiempo y de otros factores (como que el Barcelona estuviera a un gran nivel) para que este proyecto naufragara y el germano se fuera a la cola del paro...con un gran finiquito en el bolsillo. Se buscó un entrenador nuevo, pero ya se sabe que el que se cambia de caballo a mitad del río se puede acabar ahogando. Y esto, más o menos, es lo que ha sucedido con el Real Madrid.
Llegó Juande y se encontró al equipo como cuando alquilas un piso a unos inquilinos poco fiables: hecho una auténtica pena. Hundidos moralmente, sin esperanzas en la liga, eliminados de Copa de forma humillante y sobre todo, sin una preparación física adecuada. El técnico manchego fue puliendo algunos detalles, pero la temporada no da tregua y con estos mimbres eliminar al Liverpool era poco más que una utopía.
En el debe de Juande varias cuestiones. El planteamiento ante el Atlético no fue acertado y eso puede suponer el principio del fin en la Liga. Contra el Liverpool contribuyó con un planteamiento opuesto a lo que había pregonado a los cuatro vientos, el Madrid jugó sin bandas y el equipo se perdió en una batalla que tenía perdida de antemano. Tampoco supo transmitir cierto espíritu para que el equipo saliera con actitud a Anfield...
Es cierto que en Sevilla ganó títulos pero recuerdo que en partidos puntuales contra equipos grandes tiraba de la manta demasiado para atrás, así que si por mí fuera, no seguiría la campaña que viene. ¿Un sustituto? digo tres: Víctor Fernández por su manera de entender el juego, Arsene Wenger por su filosofía de cantera y sobre todo, Jose Mourinho, un entrenador cuyos conocimientos han quedado en un segundo plano por su parte más mediática, pero su Chelsea es de lo mejor tácticamente que he visto en mi vida y plantea los partidos casi como nadie. Tampoco estaría mal Rafa Benítez, pero no sé hasta qué punto el Bernabéu comulgaría con su filosofía.
Publicado el 12 de marzo de 2009 a las 19:45.