APOEL, un respiro en un calendario agotador
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Lleva menos de dos años en el cargo, pero José Mourinho ya conoce como la palma de su mano las exigencias del público del Santiago Bernabéu. Con una renta de 0-3 obtenida en la ida y ante un rival manifiestamente inferior como el APOEL chipriota, muchos pensaban que el técnico portugués usaría el partido de esta noche como un mero banco de pruebas, en el que los menos habituales tendrían un papel más protagonista. Pues no. Salvo Arbeloa, ningún titular habitual tendrá descanso.
Tal vez si este partido se jugara fuera de casa Mourinho sí que apostaría por las famosas rotaciones. Pero el Bernabéu es diferente. El entrenador madridista es consciente de que no puede permitirse un encuentro de trámite, un partido de probaturas en el que los goles no alegren a aquellos que tengan la deferencia de asistir al campo a pesar de estar en la víspera del comienzo de unas vacaciones generalizadas, de la climatología y del resultado de Nicosia. Es de Setúbal, pero por detalles como éste Mourinho parece más castizo que el chotis. Como si llevara toda la vida en este club, es de elogiar que no renuncie a ningún partido del curso, ni siquiera este.
Pero Mourinho no es un hombre de grises. Sus decisiones sólo parecen dejar lugar a los blancos a los negros, sin matices intermedios. Si pasan varias semanas en las que Di María no arriesga con su regreso a la competición, unos le acusan de no informar sobre el estado del argentino y otros, sospechosos ya habituales de la crítica casi enfermiza hacia el portugués, le afean su deseo de volver a contar con el ex del Benfica. Para esta legión de detractores, el partido del APOEL debería servir de excusa para dar descanso a algunos jugadores, sobre todo teniendo en cuenta las citas que ya se atisban en el horizonte.
Con titulares o sin ellos, lo cierto es que al Madrid le espera esta noche el único partido en el que seguramente no sienta el abismo cerca de sus pies. Tras el APOEL, llegarán el Valencia (todavía tercero en la tabla, o lo que es lo mismo, el mejor tras Barça y Real Madrid), el Atlético de Madrid y un Sporting que se está jugando la vida en apenas siete días. Sin apenas respiro, una dura eliminatoria de semifinales ante el Bayern, con la visita al Camp Nou en medio. Después, con la Champions aparcada (quién sabe si definitivamente o sólo hasta la final del día 19 de mayo) cuatro partidos de Liga ante un mejorado Sevilla, frente al gran Athletic de Bielsa y ante Granada y Mallorca. Casi nada.
En definitiva, al Madrid le espera un calendario de infarto, aunque a todos los equipos que aún tienen opciones en ambas competiciones les gustaría afrontarlo desde el primer puesto de la clasificación y con una ventaja de seis puntos. Además, la vuelta de las semifinales de Champions se jugará en el Bernabéu. Visto así, la carretera tiene muchas menos curvas.
Publicado el 4 de abril de 2012 a las 10:15.
