Hace doce meses Sergio Canales era un gran desconocido para el gran público. Ahora, hablar del cántabro es sinónimo de hacerlo de un auténtico crack en ciernes. El joven madridista va quemando etapas a un ritmo vertiginoso. Este jueves, subió otro escalón: el debut con la selección sub-21.
Luis Milla le conoce bien de la selección sub-19. Tal vez por ello no dudo en darle el mando del equipo en un encuentro tan decisivo como el que ayer jugaba España contra Holanda. El pase al Europeo y por tanto a los Juegos Olímpicos sería casi imposible sin una victoria ante los 'Oranje'. Era una gran escenario para dejar constancia de su valía, y Canales no lo desaprovechó.
Pases al hueco, cambios de juego... todo lo que se le debe pedir a un mediapunta lo hizo ayer Canales, sobre todo en la primera parte. Además, se fajó en la presión. Pero aún quedaba la guinda. El madridista aprovechó una internada por la banda izquierda de Capel para hacer un desmarque al primer poste que desembocó en un gol de bandera con el tacón. Espectacular.
Exhibiciones como ésta sirven para tapar la boca a todos aquellos que dicen que "el Madrid no puede depender de un jugador de 18 años". La calidad se mide sobre el terreno de juego, no por la fecha de nacimiento que aparece en el DNI. Los jugadores pueden marcar diferencias aunque tengan 36 años como Del Piero o 18 como Canales.
Llevan los responsables del diario 'Marca' unos días enfrascados en una campaña para tratar que el colectivo arbitral tenga más consideración hacia la figura de Cristiano Ronaldo. Cierto es que el portugués recibe estopa como ninguno, pero eso no significa que una patada hacia él duela menos que hacia Lass, por ejemplo. También es curioso que emprenda esta campaña un periodista que el año pasado defendió que se parara a Messi "por lo civil o por lo criminal". Las normas o son para todos, o para nadie.
Critiqué el año pasado una petición similar de Guardiola con Messi como 'protegido' y ahora sigo en la misma senda. Se debe perseguir el juego violento, venga de quien venga y sea quien sea el que reciba las faltas. Todos los futbolistas que salen a un terreno de juego, con mayor o menor calidad, están expuestos a los agarrones y las patadas a destiempo. Si empezamos a diferenciar qué jugadores son distintos de otros estaríamos creando un precedente peligroso y un agravio.
En lugar de crear victimismos falsos, alguien del Real Madrid debería hablar con Cristiano Ronaldo. En la Premier se ganó una fama de piscinero que corrigió con el tiempo. Ahora, peca justo de lo contrario. A veces recibe numerosas faltas en una jugada pero no se va al suelo a las primeras de cambio. Tampoco le ayuda en ese aspecto su físico. Lo que a otros jugadores de menos envergadura les costaría un revolcón, a él no le afecta.
Para ir acabando, repito: justicia para todos. Si el colectivo arbitral cede ante esta campaña, dentro de poco saldrá el Sevilla pidiendo con toda la razón protección para Jesús Navas, el Valencia para Mata... y así hasta que se acabaría diferenciando entre 'buenos' y 'malos' , cuando según el reglamento todos son iguales.
El sector más crítico con la gestión de Florentino Pérez acusa al presidente blanco de intentar acabar con todo aquello que desprenda cierto aroma a la era Calderón. Echando un vistazo a las ventas de futbolistas de estos dos años, ese argumento cobra bastante fuerza.
Quince meses atrás la plantilla madridista era un pequeño reflejo de la selección holandesa. Ahora no queda ningún vestigio de eso. Sneijder y Robben se fueron por la puerta atrás; Van Nistelrooy parecía contar para Pellegrini pero acabó haciendo la maleta; Huntelaar tampoco tenía sitio. Sólo se quedaron Drenthe y Van der Vaart, pero los dos acabaron corriendo la misma suerte en el siempre animado último día de mercado, lo que los ingleses llaman 'transfer deadline'.
Ya no queda nada del clan holandés. Lo curioso es que, caso por caso, se podría decir que a excepción de Drenthe, todas las ventas pueden ser cuestionables. Sneijder y Robben han firmado un año de ensueño en el Inter y en el Bayern; Van der Vaart siempre ha cumplido y nunca ha sido un problema en el vestuario y Van Nistelrooy y Huntelaar se fueron porque no tenían sitio cuando sus registros goleadores eran una hoja de servicios intachable... ahora los blancos buscan un '9'.
Parecía que ese delantero centro no iba a llegar, pero durante unas horas se especuló con el fichaje de Samuel Eto'o. Hubiera sido la bomba del verano. Mourinho ya avisó que con Benzema e Higuaín no bastaba, así que pidió un jugador para esa posición. El camerunés y él habían hecho muy buenas migas en Milán, juntos podían destronar otra vez al Barça. Pero al final todo quedó en un rumor.
Nos quedaremos con las ganas de escuchar el típico discurso de Florentino alabando las cualidades de un jugador que le dedicó algunos gestos cuando goleaba a los blancos en el Bernabéu con la camiseta del Mallorca. Una verdadera pena.
Si el sorteo de la fase de grupos de la Liga de Campeones ya deparó un interesante enfrentamiento entre el Milan y el Real Madrid, la fase final del mercado veraniego de fichajes ha logrado que la expectación sobre ese partido sea aún mayor.
El partido del año pasado entre madridistas y rossoneros tenía el cartel de medir a dos grandes de Europa, pero con los milanistas siendo la sombra de lo que fueron y los merengues buscando su identidad, los dos encuentros no destilaron el aroma de 'clásico'.
Sin embargo, esta temporada toda Europa volverá a mirar a San Siro y al Santiago Bernabéu con expectación. Los blancos están en su enésimo intento de armar un equipo que reine en el continente, mientras que el Milan ha conseguido formar un tridente de auténtico lujo: Robinho, Ronaldinho e Ibrahimovic.
Ellos tres darán un toque especial a esos partidos. Ronaldinho e Ibrahimovic saben lo que es jugar clásicos con la camiseta del Barcelona, por lo que podrían salir extramotivados. Sin embargo, ese estado de efervescencia puede ser mínimo si se compara con el de Robinho. El brasileño volverá al Bernabéu, un estadio del que salió por la puerta de atrás, para demostrar que se equivocaron con su venta.
Por partidos como este, la leyenda de la Liga de Campeones sigue creciendo. Marquen en rojo en el calendario el 19 de octubre y el 3 de noviembre.
El calendario le jugó una mala pasada a los hombres de Mourinho. Que sus aficionados contemplaran unas horas antes la exhibición del Barça les puso el listón muy alto. Este equipo lleva poco más de un mes de trabajo, con muchas variaciones tácticas. Pedir que el equipo carbure desde el primer día es como esperar que un coche dé todas sus prestaciones antes de hacer el rodaje.
Pero la impaciencia de los aficionados (e incluso de los directivos) no es el único problema al que se enfrenta ahora Mourinho. El portugués contempló en Palma el guión de un partido que va a tener que interpretar muchas veces a lo largo de la temporada: un equipo encerrado atrás esperando un fallo madridista para ganar el partido. Con este contexto, la figura de los extremos y el mediapunta es clave. Pero ayer, Cristiano olvidó su papel de pasador que tantas veces he alabado para vestirse de individualista y Canales apenas pudo asociarse con alguien. Cuando pasó la pelota nadie se la devolvió. Ese mismo problema se encontrará Ozil, un futbolista que puede pagar el paso de un equipo coral en el ataque como el Werder Bremen a un elenco de individualidades como es este Madrid.
El equipo sigue dando la sensación de necesitar un '9'. Mientras Guardiola decide que el Barça juegue sin una referencia, el Madrid parece añorarla. Un jugador que fije a los centrales, que aporte una alternativa en el juego directo y que además sirva para conservar el balón mientras las dos líneas de centrocampistas llegan a zona de remate. Quedan 29 horas para el cierre del mercado y parece que no habrá novedades en este apartado. Y mientras, Dzeko aburriéndose en Wolfsburgo. Qué paradoja.
Para todos aquellos que estaban esperando un resultado así para decir que Mourinho no era el entrenador ideal para el Real Madrid, les dejo un par de datos de calado que he leído en la web 'soymadridista.com' y que refleja el tiempo que tardan los equipos del entrenador portugués en asimilar sus métodos:
-Inicios con el Chelsea: en las nueve primeras jornadas, tres empates (0-0) y una derrota (1-0) frente al City.
-Inicios con el Inter: en las nueve primeras jornadas, tres empates y una derrota (1-0) frente al Milan.
Llega el parón por los compromisos de la selección. Puede ser un buen momento para que la tormenta se calme y todos aprendan de lo que se debe mejorar.
No es tan grave como se había pensado, pero la lesión que sufre Cristiano Ronaldo en el tobillo derecho le hará estar tres semanas de baja. Por ello, no podrá jugar con su selección los próximos partidos ante Chipre y Noruega de la fase de clasificación para la Eurocopa de Polonia y Ucrania y probablemente el de la segunda jornada de Liga ante el Osasuna.
El parte médico oficial habla de "una contusión ósea en el maléolo interno y ‘os tibiale' en su tobillo derecho con un edema post traumático". Para algunos galenos, cuando se habla de una contusión, bastaría con una semana de reposo, inmovilización de la zona dañada y analgésicos. Por tanto, cuando se hablan de tres semanas, tal vez debemos pensar en tres posibilidades: 1-Hay algo más que no se ha contado; 2-Existe el temor a una recaída; 3- Se quieren evitar riesgos en los partidos con Portugal.
A pesar de los fichajes de este verano, CR7 sigue siendo el jugador más importante de este Real Madrid como lo ha demostrado la expectación que ha causado este percance. Sin él, otros jugadores como Pedro León deberán demostrar que su contratación no ha sido equivocada.
Después del insulso empate en Mallorca, Mourinho deberá recapacitar sobre los aspectos a mejorar en unas semanas en las que además los internacionales se van con sus selecciones. Contra el Osasuna toca mejorar y eso será aún más difícil sin Cristiano Ronaldo.
No ha sido el peor de los sorteos posibles, pero el Real Madrid tiene motivos para estar preocupado respecto al grupo que le ha caído en suerte esta tarde en Mónaco. Bien es cierto que se ha evitado a otros rivales de más enjundia, por ejemplo a cabezas de serie más potentes como el Chelsea o el Inter, pero los blancos deberán sudar bastante para meterse en octavos de final.
Como decía en el post anterior, esto es lo que tiene haber hecho el ridículo tantos años seguidos en Europa. Ahora, los madridistas deberán verse las caras nada menos que con dos campeones de Europa y con otro equipo que hace gala de las señas de identidad de cualquier equipo francés. Vayamos por partes:
- AC Milan: Cualquier tiempo pasado fue mejor en la entidad rossoneri. No han realizado ningún fichaje de campanillas este verano y siguen fiándolo todo a la veteranía de los Pirlo, Nesta y Ronaldinho. Su refuerzo más notable ha sido el ghanés Kevin-Prince Boateng que dotará de una mayor fortaleza a la medular. El precedente del año pasado debería servir para evitar relajaciones excesivas y sobre todo para tener ganas de revancha. Si finalmente llega Ibrahimovic, el equipo lombardo dará un salto de calidad importante. Su estrella es Alexandre Pato, un delantero extraordinario que ha sido objeto de deseo de los clubes más grandes de Europa. Su instinto goleador y su velocidad, sus mejores armas.
- Ajax de Amsterdam: Otro histórico venido a menos pero que siempre es difícil de batir. Tras cinco años de ausencia en esta fase de grupos, los holandeses regresan con una nueva hornada más que interesante. Su juventud hace que sea un equipo con cierta inexperiencia. Van der Wiel, Aderweireld, Eriksen o Anita son algunos de los últimos productos de la inagotable cantera 'ajacied'. Respecto a su forma de juego se trata de un conjunto que ataca mejor que defiende y que tiene graves problemas para recuperar el balón. No saben jugar a especular, lo que puede ser un gran aliado para el Madrid. Su mejor jugador es, sin duda, Luis Suárez. Pese a su gran papel en el Mundial sigue en la Eredivisie, algo incomprensible por su calidad. Lo tiene todo para trunfar en un grande. En el partido decisivo ante el Dinamo de Kiev dejó otra exhibición para el recuerdo.
- AJ Auxerre: Tras la gran era marcada por el técnico Guy Roux, el Auxerre vuelve a la máxima competición continental. Su tercer puesto en la última Ligue 1, en la que fue el menos goleado. responde al buen trabajo de Jean Fernandez desde el banquillo y a un bloque que cuenta con jugadores de gran presencia física. Por el momento no han comenzado muy bien la temporada con tres empates en otras tantas jornadas, pero vienen de dejar fuera a un gran equipo como el Zenit que ahora entrena Spalletti. Se trata de un equipo que gana muchos enteros en el modesto Abbé-Deschamps. Su mejor jugador, tal vez, es Benoit Pedretti, un mediocentro internacional por Francia que aporta trabajo y criterio. Tampoco conviene perder de vista a dos de sus puntas: el ex del Liverpool Le Tallec y el polaco Ireneusz Jelen, menos conocido a nivel internacional pero con un gran olfato goleador.
Estas son las consecuencias que tiene hacer el ridículo durante tantas temporadas en los octavos de final de la Liga de Campeones. Por segundo año consecutivo, el Real Madrid no será cabeza de serie en el sorteo de la fase de grupos de la máxima competición continental de clubes.
A pesar de haber ausencias notables en esta edición (Juventus y Liverpool se tendrán que conformar con la Europa League y a un servidor también le hubiera apetecido comprobar el verdadero potencial del Manchester City), la gracia de haber caído por méritos propios en el segundo bombo puede tener como resultado un grupo de aúpa.
Echando un vistazo a los posibles rivales hay motivos para el optimismo pero no conviene perder de vista que a los blancos les puede caer en suerte rivales de la talla del Chelsea, del Inter de Milán o del Manchester United. Así, las posibilidades se mueven desde un grupo durísimo con Inter, Tottenham y Auxerre como compañeros de viaje; a otro mucho más asequible con Milan, Basilea y Zilina como rivales.
Pero teniendo en cuenta el antecedente del año pasado, es muy probable que los madridistas se midan al Inter y al Schalke 04. Si hace doce meses, el morbo era ver a Eto'o e Ibrahimovic contra sus ex equipos y a Kaká contra el Milan; ahora lo que vendería sería dos reencuentros: el de Mourinho con el último campeón de Europa y el de Raúl con el Bernabéu.
Todo eso se decide este jueves a las 18:00 horas (Teledeporte y Autonómicas).
Sólo quedan cuatro días para el comienzo de la Liga y parece que el nuevo Real Madrid de Mourinho todavía no carbura. Se puede alegar que su rival del último Trofeo Santiago Bernabéu, el Peñarol de Montevideo, estaba más rodado, pero las sensaciones no terminan de ser satisfactorias.
Más allá del resultado, el partido sirvió para dejar varias cosas claras:
La confianza en Casillas es absoluta. Adán y Dudek no jugaron un solo minuto en un encuentro en el que no había mucho en juego. Habrá que rezar para que el meta de la selección española no caiga lesionado, porque Mourinho no parece tener muchas esperanzas puestas en sus suplentes.
Cristiano Ronaldo jugará con más libertad aún que el año pasado. Se moverá por todo el frente del ataque aunque partirá desde la mediapunta. Su tendencia a buscar el regate antes que el pase me hace dudar de su rendimiento en esa posición.
Hay un problema evidente en el lateral izquierdo. Marcelo será, casi con total seguridad, titular en Mallorca y por ende en este comienzo de temporada. Tras ver el estado de forma de jugadores como Jesús Navas, queda claro que el brasileño puede pasarlo mal en esa demarcación.
Benzema no es un '9'. Mourinho le pide que fije más su posición, pero el francés se aburre soberanamente ya que está acostumbrado a estar más en contacto con el balón. El técnico luso pidió un delantero centro que tuviera el juego aéreo y de espaldas a portería su fuerte. El club no le hizo caso y eso, sobre todo en los partidos como local, puede pasar factura.
Cada vez está muy claro quienes son los jugadores que pueden salir del Bernabéu. Van der Vaart marcó de penalti y su celebración sonó a despedida; Drenthe no jugó ni un minuto para evitar una lesión y Mahamadou Diarra lo tiene casi imposible con Xabi Alonso, Khedira, Lass y Gago.
En esta ocasión, merece un punto y aparte Di María. No sé si acabará triunfando o no el argentino, pero desde luego le da otro aire al juego madridista. Es un futbolista con un perfil casi único en la plantilla blanca: es rápido, habilidoso y siempre parte desde la banda, uno de los déficit de las últimas temporadas.
Aún queda mucho por mejorar, pero como a los presidentes del Gobierno, a Mourinho se le debe dar al menos cien días para evaluar sus mejoras. Sin embargo, me temo que en esto del fútbol hay mucha menos paciencia que en la política.
Definitivamente las tradiciones ya no se respetan en el mundo del fútbol y menos aún en el Real Madrid. La modernidad, las apreturas del calendario, los intereses comerciales... todo eso ha ido cavando la tumba de uno de los torneos con más solera del verano balompédico: el Santiago Bernabéu.
Atrás han quedado los tiempos en los que lo más granado del panorama europeo hacía un hueco en su agenda para jugar en el estadio madridista uno de los últimos amistosos antes de que diera comienzo la temporada. Este torneo tenía tirón por la grandeza de su institución y también porque servía de presentación para los socios y aficionados blancos de la nueva plantilla madridista.
Como si de una feria taurina se tratase, con el paso de los años el caché del cartel ha bajado y el torneo y la afluencia de público se ha resentido notablemente. La lista de visitantes de las últimas seis ediciones no es nada atractiva: UNAM, MLS Selection, Anderlecht, Partizán de Belgrado, Sporting de Lisboa y Rosenborg.
Este año la cosa no mejora y si durante un tiempo se especuló con la presencia del Corinthians para rendir homenaje a Roberto Carlos y Ronaldo, finalmente el club elegido es el Peñarol de Montevideo, un club con más pasado que presente que lleva varios años sin codearse con los mejores de América. En sus filas no hay estrellas mundiales, sólo algunos 'viejos' conocidos de la afición española como Diego Alonso, Estoyanoff o Marcelo 'Pato' Sosa.
Un síntoma más de que este torneo está herido de muerte. El club debe tomar cartas en el asunto antes de que el enfermo caiga en un coma irreversible. El futuro de este torneo se asemeja al del Trofeo de Navidad. Y no conviene olvidar que el Madrid también es grande por organizar partidos como estos.
De punta en blancoes un blog escrito por Francisco Quirós Soriano (Ávila, 1982), responsable de la sección de Deportes del semanario 'Gente'. Esta bitácora pretende ser un punto de encuentro para para los seguidores del Real Madrid y del fútbol en general. Bienvenid@
