Antiguamente se solía decir que algunos colegios salían más caros que tener un niño tonto estudiando en Oxford. Pero esto ha cambiado, y en la actualidad seamos listos o tontos, estudiar sale caro.
Terminadas las vacaciones, y el gasto que suponen, llega la hora de comprar los libros de texto, la ropa, los uniformes en caso de necesitarlos, así como material para las clases, mochilas y demás artilugios que utilizan los niños de hoy en día. Encima, para colmo cada año todos estos productos son más caros, y los padres deben afrontar un gasto que es en muchas ocasiones excesivo, sobre todo para el uso que se les da, ya que la mayoría de las veces los libros de texto no sirven de una año para otro.
La Unión de Consumidores de Palencia (UCE) ya ha elaborado un estudio para analizar el coste de la vuelta al cole y ha concluido que el regreso a las aulas supondrá a los padres palentinos el desembolso de una media de 648 euros con hijos matriculados en colegios públicos y de 810 euros para aquellos que cursen sus estudios en un centro privado.
Para evitar un desembolso mayor, aconsejan hacer una lista con aquellos objetos que realmente sean necesarios, comparar precios, escalonar las compras en la medida de lo posible, no dejarse llevar por los deseos del menor y sobre todo inculcar valores como el respeto y la conservación de sus útiles de trabajo.
Un desembolso que llega tras el período vacacional y las Ferias y Fiestas de San Antolín que, sin duda, han dañado los bolsillos familiares palentinos haciendo que esta cuesta de septiembre se haga un poquito más difícil y que nada tenga que envidiar a la ya temida del mes de enero.
Se que ningún padre puede renunciar a que sus hijos vayan completamente equipados al colegio y, que sin duda, los gastos son más elevados a tenor de la multitud de todos y cada uno de los elementos que entren en juego. Pero seamos realistas, en la actualidad la crisis económica esta presente en numerosas familias españolas, que soportan el día a día a duras penas, haciendo auténticas virguerías para llegar a fin de mes con un único sueldo de mil eurista.
Con este problema sobre la mesa, la cuestión de comprar un cuaderno de marca o debatir entre adquirir un par o dos de pantalones, es secundario. Y es que este año, muchas familias ni siquiera se lo podrán plantear, porque lo principal y lo más básico que es la comida, esta empezando a desaparecer de sus vidas.
Publicado el 8 de septiembre de 2009 a las 18:30.