Cada vez que llega un puente surge el debate en torno a los días festivos. Sin embargo, esta semana pasada, el asunto ha ido mucho más allá después de que el Día de la Constitución y el Día de la Inmaculada hayan caído en medio de la semana, provocando un parón importante en la economía del país. Cuestión, que ha llevado a proponer de nuevo el pasar los días festivos a los lunes o viernes. El argumento no es otro que los puentes no son lo mejor para la economía porque se pierden horas de trabajo. Una cuestión, ante la que muchos españoles están de acuerdo aunque otros opinan que lo más importante es que se ganan horas de salud. La propuesta lanzada por la patronal consiste en pasar todos los festivos al lunes siguiente y sólo dejar tres días inamovibles: el 1 de enero, Año Nuevo; el 12 de octubre, el Día de la Hispanidad, y el 25 de diciembre, día de Navidad. Con ello, el modelo favorecería el turismo, cualquiera podría cogerse esos días de vacaciones, y en la industria se solucionarían los problemas de arranque y parada de producción al existir festivos a mitad de la semana.
La pregunta es ¿Hay que acabar con los puentes y los macropuentes en España para ganar en productividad?. Según los empresarios, es imprescindible y más en época de crisis, pero los sindicatos no lo ven tan claro y aseguran que hay numerosas medidas para reactivar la economía que se deben negociar antes que esta. Un dato, en España hay 14 días festivos al año, más que cualquier país europeo. A mí, me gustan las fiestas como a la que más y soy respetuosa tanto con las festividades religiosas como con las laicas, pero semanas como esta no tienen sentido, ni pies ni cabeza.
Publicado el 13 de diciembre de 2011 a las 16:30.