Un crudo escenario
Por un lado, el conflicto de Seda Solubles, empresa que en Palencia da empleo a 314 personas. Sus trabajadores continúan con protestas en defensa de sus puestos de trabajo así como evitar que la dirección saque la materia prima de las factorías de la capital y Villamuriel de Cerrato. Consideran que la fábrica es viable porque continúan recibiendo pedidos y que los problemas no son debidos a la crisis sino a una mala gestión de la familia propietaria. Por otro lado, dos médicos palentinos del Hospital Río Carrión de Palencia, condenados recientemente por un homicidio imprudente, recibieron el respaldo de 500 personas a las puertas del centro de trabajo. La medida de protesta se realizó a raíz de la decisión de la Audiencia Provincial de Palencia de estimar parcialmente un recurso de reposición y sustituir una multa inicial por la pena de un año de prisión y tres años de inhabilitación profesional para cada uno de los dos médicos procesados, tras fallecer por gangrena una mujer que sufrió un atropello por parte de un ciclomotor en Guardo. Y por otro, la dirección de Renault, ante la caída de demanda de vehículos se ha decantado por suprimir turnos; los empleados de Trapa reclamaron ante Hacienda la devolución del IVA a la empresa para poder cobrar y los empleados de Foto Fernando fueron despedidos.
Nos gustaría darles buenas noticias pero el panorama que visionamos día a día no es nada alentador. Tan solo unas pocas empresas, como Cascajares, se libran de la crisis. Y es que el pasado miércoles 30 de noviembre inauguró su nueva fábrica en la ciudad canadiense de Saint-Hyacinthe, en la provincia de Quebec. Con una inversión de tres millones de dólares la permitirá comercializar sus productos gastronómicos en todo el continente americano bajo la marca 'Chef Brigade'.
Publicado el 2 de diciembre de 2011 a las 11:15.