Seamos optimistas
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Me niego a claudicar en la pesadumbre de la maldita crisis. Las veinticuatro horas del día estamos con el diagnóstico de la misma como si fuera un parte de guerra.
Los curritos estamos ya hasta los mismísimos de la crisis y de ver como no se hace nada. La misma rechina cada día en los tímpanos de la gente corriente y les adelgaza el ánimo y el bolsillo. La gente se queja de que unos y otros no paremos de hablar y escribir tanto de la bestia. Eso sí, todos estamos de acuerdo en que por una vez en la vida los distintos partidos políticos deberían de dejar sus diferencias a un lado y sentarse en la misma mesa, sin discutir, para buscar soluciones reales y eficaces a la misma.
El Gobierno derrama la cifra de 3,3 millones de parados y Zapatero se consuela subrayando que estamos en lo peor de la peste, aunque al tiempo reconoce que a finales del presente año 2009 llegaremos a los cuatro millones de brazos cruzados.
De brazos cruzados, es como no debemos quedarnos. Tenemos que cambiar el chip y aunque no nos lo creamos, debemos pensar que esto sólo es un ciclo. Y es que si todos asumiésemos esta difícil situación, pero con optimismo en el futuro, sería mucho más fácil de llevar.
En la actualidad, muchas familias están pasando verdaderas dificultades. Son las que están pagando la factura de aquellos excesos viendo como alguno de sus familiares se han quedado en el paro y cada día les resulta más difícil llegar a fin de mes. Al señor Zapatero le pondría yo un sueldo de mil eurista o no le pagaría nada durante este mes, haber si de esta forma empezaba a ser consciente de la terrible situación que están viviendo los ciudadanos de a pie.
Aún así, debemos sobreponernos, ya que sólo hay un camino y es seguir adelante. No va a ser tarea fácil, pero es posible. Seamos un poco más optimistas y no dejemos de luchar por salir adelante.
Publicado el 14 de febrero de 2009 a las 11:30.
