Una de colecciones
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La llegada del otoño no pasa desapercibida en los medios de comunicación y en los quioscos. Todos los años en este periodo las editoriales comienzan su particular competición de captación de coleccionistas utilizando para ello los temas más extraños y variopintos.
Septiembre es el mes de la vuelta al cole, a la normalidad doméstica y profesional para la mayoría de los ciudadanos y por ello es también el momento que estratégicamente ha sido elegido para iniciar las colecciones.
La última década ha respetado el tradicional y aparentemente invencible soporte de papel, pero también ha ido viendo como se iban consolidando otros formatos, como las cintas de video o los discos compactos, CD-Roms para el ordenador y en la actualidad los DVD.
De esta forma, las distintas editoriales de nuestro país sacan al mercado todo tipo de colecciones. La informática y los idiomas son, sin duda, los reyes del escaparate. Con decenas de propuestas para distintos niveles y variantes ofrecidas en distintos formatos y adecuadas a todo tipos de edades.
Tras ellos se suceden alternativas de ocio, aficiones y especialidades entre las que se puede encontrar desde la caza y la pesca, pasando por la música clásica, pop o zarzuela, y sin olvidar cine y filmografías, pintura, filatelia, manualidades, bricolaje, cocina, flores, plantas y jardines, soldaditos de plomo, casas de muñecas, papiroflexia, numismática o decoración.
Aunque la fidelidad no suele ser la característica principal de este tipo de compra. Y es que suelen ser muy pocos los consumidores que adquieren todos los fascículos de una colección. Eso sí, aquellos que mantienen la constancia de seguir adelante con la compra de los distintos números de la colección cuentan con la garantía editorial de que podrán concluir la misma.
Ya están aquí y ocupan la mayoría de los anuncios en la televisión. Piensen cualquier tema, seguro que de ello existe o ha existido alguna colección.
Publicado el 13 de septiembre de 2009 a las 14:00.