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Una biblioteca donde todas las obras estuviesen, intercomunicadas entre si y pudiésemos viajar de esta forma de una a otra en un viaje incansable. Por aquellos tiempos, un centro como éste sólo podía existir en la imaginación de un escritor como Borges y en la de aquellos lectores que decidían adentrarse en un mundo de ficción. Pero ni siquiera este escritor podía imaginarse que su sueño podía llegar un día a ser una realidad.
Sí, hoy Internet ha materializado esa biblioteca imaginaria por este escritor, en la que sucesivos enlaces nos van llevando de una página a otra en un viaje infinito que sólo acabará cuando el navegante este lo suficientemente cansado como para dejarlo. La realidad es que la red de redes se ha convertido hoy en la gran biblioteca del mundo en el que vivimos, en la que se puede encontrar información hasta del tema más insospechado.
En la actualidad, los enlaces en las webs permiten realizar ese sueño borgiano de ir saltando infinitamente de página en página sin abandonar el tema que al navegante le interese. Hoy son pocos los que no disfrutan de esta revolución, pocos los que se quedan fuera de esta gran biblioteca mundial soñada en un día por Borges en uno de sus muchos escritos. Aún así, creo que nunca se deberían de dejar de lado los distintos ejemplares impresos, no debemos olvidarnos nunca de alguna de las grandes joyas documentales que albergan nuestros archivos y bibliotecas, porque que sin duda, la magia de un libro, sus hojas, el olor y el cambio de color que sufren las mismas con el paso del tiempo…no es lo mismo.
Publicado el 1 de marzo de 2009 a las 19:00.