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Con su espeluznante testimonio sobre la ablación, la protagonista de la contraportada de Gente, la ex modelo Waris Dirie, confirma una vez más como el uso del concepto "cultural" se puede convertir en una poderosa arma para perpetuar prácticas inhumanas y degradantes. Otro ejemplo de cómo ciertas tradiciones justifican actos violentos contra la mujer.
Waris Dirie, embajadora de la ONU que lidera desde hace años la lucha contra la ablación, acierta de lleno al señalar que esta brutal tradición no es un problema lejano que sólo ocurre en algunas regiones de África. Precisamente, Catalunya concentra el 80% de las niñas españolas con riesgo de sufrir mutilación genital. Según una reciente investigación, un total de 532 chicas procedentes de países donde se realiza esta práctica viven en tierras catalanas, especialmente en las provincias de Barcelona y Girona. Concretamente, en Barcelona viven 331 de estas jóvenes.Es aquí, muy cerca de nuestros hogares, donde se ejerce esta práctica que consiste en cortar de raíz el clítoris de las niñas, y muchas veces en coser los labios del sexo para evitar, se supone, las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Éstas, cuando llegan, provocan desgarramientos, intensos dolores y grandes peligros para la salud que vienen a añadirse a los atroces sufrimientos de las víctimas.
La buena noticia es que en el último año, gracias a una ley de la Generalitat de Catalunya que considera delito la ablación practicada (incluso en el país de origen) a mujeres o niñas que viven en Catalunya, se han logrado evitar más de 200 mutilaciones. El contrapunto es que, pese a los protocolos obligatorios, algunos médicos no denuncian a los padres de las niñas a las que detectan la ablación por considerar que el encarcelamiento de los progenitores provoca todavía un daño mayor a las pequeñas. Me pregunto si estos profesionales sanitarios tienen hijas.
Publicado el 25 de marzo de 2010 a las 19:30.