Noticias de Barcelona

Cada pocos meses Barcelona tiene el penoso honor de liderar rankings que pesan muy negativamente en las personas que habitan en ella. Una de las listas que más se repiten es la  de las ciudades más caras del mundo, donde la capital catalana se sitúa por debajo de las 20 primeras clasificadas (dependiendo de la autoría del estudio) y es líder absoluta en España. Eso quiere decir que los servicios y productos básicos de Barcelona son los más caros del Estado. Además, sigue siendo la ciudad más cara para comprar una vivienda nueva; pese a que el precio del metro cuadrado ha descendido en los últimos años después que el boom inmobiliario tocase techo, actualmente se sitúa alrededor de los 4.500 euros frente a los 2.900 euros de la media nacional. Según otro tipo de informe, la Ciudad Condal es líder también en el precio medio de alquiler: 12,6 euros por metro cuadrado al mes, mientras  que en Madrid, por ejemplo,  el metro cuadrado vale 12,3 euros.  Y ahí no acaban las desgracias para los barceloneses, pues también soportan estoicamente vivir en una de las ciudades con mayor carga impositiva de España;  así, se mantiene como la capital con el IBI más caro del país, y también con el impuesto de circulación más alto. Y la lista sigue con las tarifas de los aparcamientos, los transportes públicos, etc.  Llegados a este punto, el lector esperará leer que también los salarios están acorde con estas posiciones; pero no,  los sueldos no han subido ni mucho menos a la misma velocidad que el coste de la vida en la ciudad. De esta manera, cuantas más posiciones escala Barcelona en este tipo de rankings, más pobres se vuelven los barceloneses.Una pobreza que nos acompaña hasta el más allá, porque el útimo impuesto que ha decidido subir el Ayuntamiento es el de la tasa de los cementerios.

Publicado el 16 de septiembre de 2010 a las 19:30.

               

El Congreso de los Diputados ha rechazado este martes una proposición de ley de CiU que pedía la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones (que el Estado tiene cedido a las comunidades autónomas) para familiares directos de primer grado.
Este famoso impuesto es conocido en Catalunya como el ‘peaje de la muerte’, pues en la nación que gobierna el tripartit este tributo puede llegar a quedarse hasta el 30% de una herencia, lo que es 100 veces superior a otras autonomias. Para más inri, hay que pagarlo en metálico y en un terminio de seis meses. Ahora que se ha puesto de moda hablar de impuestos solidarios, vamos a ver los beneficios de este ‘peaje’. Básicamente, son tres, pero de ningún modo podrían ser calificados de solidarios, ya que este tributo potencia la evasión fiscal por parte de los más ricos; provoca también un tremendo impacto negativo sobre el ahorro de la clase media, es decir, la mayoría de familias; y por último, genera un escaso rendimiento. Consciente de todo ello, hace años que las haciendas forales vascas y navarras se dieron cuenta que no era justo cobrar impuestos a un cónyuge o a un hijo sobre bienes que por derecho natural les pertenece y que normalmente son producto del ahorro de una vida. Con el tiempo, ya son diez las CCAA que han eliminado el impuesto y muchas otras lo han reducido –a pesar de ser un impuesto estatal, las comunidades pueden establecer bonificaciones del 99 o del 100%–. En Catalunya, CiU lo intentó primero en el Parlament y ahora en el Congreso. La primera derrota ya auguraba la segunda, aunque en ésta tuviera el apoyo de ERC.
De esta manera, nada ha cambiado: cuando un catalán hereda un piso de 250.000 euros, debe desembolsar unos 45.000 a la hacienda local. Si esta misma persona viviera en Madrid, pagaría unos 400 euros. En el País Vasco, ni un euro.

Publicado el 17 de septiembre de 2009 a las 17:00.