La inseguridad se llama reincidencia
Archivado en: seguridad, delitos, hurtos, barcelona, reincidencia
De los datos que ofreció ayer el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, Joan Carles Molinero, había uno positivo: que los hurtos han disminuido en lo que va de año respecto al periodo anterior. Pero lo cierto es que la seguridad sigue ocupando desde hace años uno de los primeros planos del debate político y ciudadano. Los hurtos son una asignatura pendiente en Barcelona, un problema reconocido por el Ayuntamiento y por la Conselleria d’Interior, y por el propio ministro de Justicia. Todos asumen que el nivel de este tipo de faltas es extremadamente alto.
El dato más indicativo de la realidad barcelonesa es que uno de cada cuatro detenidos son ladrones multireincidentes. Lógicamente, los ciudadanos se preguntan cómo es posible que un sujeto con 44 detenciones esté paseándose por la calle. Esta realidad es difícil de salvar, porque el mismo funcionamiento del sistema penal español imposibilita la aplicación estricta del Código Penal. El alcalde Jordi Hereu apenas pudo arrancar al ministro de Justicia dos retoques en el Código Penal, ignorando otras reivindicaciones cruciales como la creación de un juzgado específico para faltas, un registro informático de quienes las cometen y que sean tres y no cuatro como ahora las que a un delincuente le computan como delito.
Así, Barcelona ha tenido que buscarse la vida para reducir este tipo de faltas en las zonas más problemáticas. Y está obteniendo resultados: Mossos d’Esquadra y la fiscalía han conseguido encarcelar a los cuatro multirreincidentes más activos de Ciutat Vella. ¿Cómo? Colaborando estrechamente para que cada vez que había una detención la fiscalía tuviera en su poder todo el material que acreditaba que ese individuo se dedicaban de forma exclusiva al robo. Un trabajo de chinos para remediar una Justícia que aún no ha entrado en la era de la informática.
Publicado el 15 de abril de 2010 a las 19:45.