Jordi Hereu se la juega
No es ningún secreto que el alcalde Jordi Hereu ha puesto, como quien dice, toda la carne en el asador en la consulta sobre el futuro de la Diagonal. Cada vez más cerca de unas elecciones que se preveen muy igualadas, el líder del PSC al Ayuntamiento puede recibir un durísimo golpe si el proceso fracasa, porque la selectiva memoria del ciudadano lo vería como un reflejo de toda su gestión.
Como fracaso se entendería una baja participación –de ahí que nadie haya querido especular con cifras para dar auténtica legitimidad a la consulta–, o que la opción C, es decir, dejarlo todo tal y como está ahora, destaque por encima de las otras. Ciertamente, escoger entre la A (modelo boulevard) o la B (modelo rambla) significaría años de obras costosas en nombre de un futuro poco claro y esto pesa en un momento en que la ciudadanía en general se aprieta el cinturón. Sin embargo, todo el mundo coincide en que la ciudad actual se ha convertido en uno de los paradigmas del mejor urbanismo a escala internacional, y esto no se consigue sin esfuerzo y voluntad de mejora.
Los enemigos más acérrimos que tiene la consulta es el sector comercial de la avenida. Sin duda, han hecho un cálculo de pérdidas ante años de obras que alejarán al turismo de alto standing y ya han hecho pública su prepferencia por la opción C. La otra bestia negra del proceso es el tranvía, que se incluye en las dos opciones. Por una parte, su presencia era deseada en la mayoría de las propuestas de los ciudadanos. Sin embargo, este medio de transporte no ha acabado de convencer por lento, caro y confesamente deficitario para las arcas públicas. Dejando pros y contras aparte, hay que tener en cuenta que el ciudadano se queja habitualmente de no tener voz ni voto en las decisiones del gobierno. Pues la semana que viene llega una oportunidad para hacer valer nuestra opinión
Publicado el 6 de mayo de 2010 a las 19:45.