La pérdida del derecho a la información
La concentración que miles de periodistas y profesionales de la información protagonizaron ayer tiene más motivos que el puramente laboral, que de por sí ya es muy preocupante. En lo que va de año,unos 400 profesionales de la informació en Catalunya han sido víctimas de regulaciones de ocupación y ya hay más de 1500 en paro. Los medios están sufriendo mucho para continuar con su labor de comunicación. Y esto afecta a la calidad, sin duda. Hay menos recursos, más trabajo y muchísima precariedad laboral.
Estas cifras, nefastas para el sector, también comportan consecuencias negativas a toda la ciudadanía, porque por si todavía alguien lo duda, el periodismo tiene mucho que ofrecer a una democracia. El periodismo libre y de calidad hace que el poder tenga que rendir cuentas. Es el periodismo que más duele a la política, pero también el que más necesita una sociedad. Y esto tiene un coste. Frecuentemente, en las empresas de comunicación, la necesidad de una gran cantidad de tiempo y de recursos humanos y financieros está en conflicto con las expectativas de ganancias y el control de los costos de producción.
La creciente concentración de la propiedad de los medios en pocas manos, las presiones comerciales y la crisis que se ha asentado en el sector como una losa, sumado al constante goteo de cierres de periódicos, revistas, etc., han teñido de pesimismo el horizonte periodístico. Y la sociedad está perdiendo poco a poco un mecanismo valioso para vigilar el desempeño de las instituciones democráticas, en su definición más amplia, la cual incluye entidades gubernamentales, organizaciones cívicas y sociedades anónimas. La información es un recurso vital para dotar a un público vigilante de herramientas para opinar: como ciudadanos deberíamos ser conscientes no del coste que ello representa, sino de cuánto nos puede llegar a costar su pérdida.
Publicado el 5 de noviembre de 2009 a las 18:45.