Ghana, contra el techo africano de los cuartos de un Mundial
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Camerún, Marruecos, Senegal... todas ellas han sido las selecciones que a lo largo de la historia del Mundial han agrandado la esperanza sobre los equipos africanos. Las tres selecciones han tenido un papel de equipo revelación en anteriores participaciones, Senegal en 2002, Marruecos en 1986 y Camerún en 1990; pero nunca consiguieron superar los cuartos de final.
Tras unos años de exportación de jugadores africanos a las grandes ligas europeas y del trabajo táctico de algunos seleccionadores, el otrora anárquico fútbol africano ha dejado paso a algunas selecciones donde el rigor sobre el terreno de juego es la seña de identidad. El máximo exponente de este sentido táctico es Egipto, una selección que puede presumir de haber ganado las últimas ediciones de la Copa de África.
Con los 'Faraones' fuera del Mundial, el testigo fue recogido por Ghana. De la mano de Milovan Rajevac, las 'estrellas negras' se han sobrepuesto a la baja de última hora de su capitán Essien y han ido quemando etapas hasta plantarse en los cuartos de final del torneo. Lejos de las decepciones de Camerún y Nigeria, los ghaneses se han convertido en la gran esperanza del continente que por primera vez acoge un torneo de esta índole.
El éxito radica en el gran sentido táctico del equipo. En el último partido ante Estados Unidos, Rajevac demostró tener variantes en función del rival. John y Jonathan Mensah formaron la pareja de centrales, con Pantsil y Sarpei en los laterales. Estos se vieron ayudados por el impagable esfuerzo de Inkoom, el lateral que brilló en el último Mundial sub-20, y André Ayew, el hijo del mítico Abedí Pelé. Annan da equilibrio en el centro del campo y Kevin Prince Boateng es el encargado de armar el juego.
En la delantera, uno de los nombres propios de esta selección: Asamoah Gyan. Sus características le sirven para poder jugar como único delantero. El gol ante Estados Unidos le define a la perfección: pelea, potencia y definición. Sin ser un punta de grandes números (13 goles este año con el Rennes), Gyan ha aprovechado el escaparate que supone este Mundial.
Él y el resto de sus compañeros esperan cumplir el sueño de llegar por primera vez a semifinales y rubricar en un Mundial absoluto todo lo bueno mostrado a lo largo de la historia en categorías inferiores. Uruguay tiene motivos para preocuparse.
Francisco Quirós Soriano
Publicado el 1 de julio de 2010 a las 00:30.