El blog del Mundial de Sudáfrica

España reina en el mundo del fútbol tras la consecución de su primer campeonato del mundo. Un sueño frustrado desde el principio de los tiempos que ha desembocado en dos años, los últimos, plagados de entusiasmo futbolístico y bañados en dos enormes títulos. Primero, la Eurocopa en 2008. Ahora, la Copa del Mundo celebrada en Sudáfrica hasta el pasado 11 de julio.

El presente de la selección española ofrece un comportamiento extraordinario, pero muchos se preguntan qué posibilidades existen de que esta situación tenga continuidad. Diversos factores afectan al futuro de la selección nacional, pero la edad aparecen como un rasgo fundamental en la permanencia del grupo que ha logrado el Mundial.

Si tomamos este aspecto como referente, la afición puede estar tranquila porque pocos futbolistas, aunque claves en el esquema de Vicente del Bosque, transmiten cierta incertidumbre en cuanto a su presencia futbolística de cara al próximo Mundial de Brasil. A dos años vista, la Eurocopa de Polonia y Ucrania, parece más factible para ciertos jugadores. Además, numerosos futbolistas con calidad vienen pisando fuerte para ganarse un sitio en la Roja. El panorama por líneas es el siguiente:

Portería. Casillas (29), Valdés (28) y Reina (27) podrían formar parte de la plantilla que dispute tanto la próxima Eurocopa como el siguiente Mundial. Su carné de identidad no parece un impedimento básico debido a las particularidades del puesto que ocupan.

Defensa. Puyol (32), Capdevila (32) y Marchena (30) son los jugadores más mayores en esta demarcación futbolística. Su confianza, rendimiento y la opinión del técnico les abrirán o no las puertas de futuras convocatorias importantes. Gerard Piqué (23) y Sergio Ramos (26) abanderan la juventud defensiva con la compañía de Albiol (24) y Arbeloa (27).

Centro del campo. Xavi (30) y Xabi Alonso (28) aparecen como los casos más preocupantes debido a su trascendencia en el esquema español. Pueden llegar a tiempo a la Eurocopa del 2010. Otra cosa bien distinta será el mundial brasileño. Afortunadamente, Andrés Iniesta (26) todavía tiene mucho tiempo por delante y qué decir del resto de medios nacionales presentes en Sudáfrica: Sergio Busquets (21), Cesc (23), Silva (24) y Javi Martínez (21 años).

Delantera. David Villa (28) es el delantero más 'maduro' de la Roja. La presencia del 'Guaje' en Brasil manifiesta ciertas dudas por las capacidades futbolísticas que pueda desarrollar dentro de cuatro años, pero Polonia y Ucrania le verán con casi toda seguridad. Torres (26), Llorente (25), Navas (24), Pedro (22) y Navas (22) garantizan el ataque español en un futuro cercano y alentador.

Marcos Blanco

marcos@gentedigital.es

Publicado el 13 de julio de 2010 a las 11:30.

España venía ofreciendo un fútbol preciosista, basado en las famosas asociaciones que sus jugadores realizan con la pelota como utensilio, hasta el comienzo del Mundial de Sudáfrica. Según ciertos medios de comunicación y un gran número de aficionados, esta filosofía no ha tenido continuación durante los partidos disputados por la Roja hasta estas ansiadas semifinales contra Alemania.

José Ramón de la Morena, popular periodista radiofónico y director de 'El Larguero' de la cadena SER, insistía recientemente a diferentes miembros del equipo sobre esta situación, el hecho de que nos habíamos mal costumbrado a otro fútbol, a otra imagen y que, quizá por ello, los resultados podrían esconder una decepción estilística.

En primer lugar, cabe recordar que el fútbol ofrecido por España en la Eurocopa de 2008 no fue tan bello ni tan regular como lo pintan. La selección de Luis Aragonés rindió a un nivel excelente en los dos últimos dos partidos de aquella competición (3-0 a Rusia, 1-0 a Alemania), pero la euforia posterior nubla cualquier intento de razón.

Desde entonces, España ha hecho una gran fase de clasificación y ha destacado en los amistosos contra grandes potencias. El nivel de los rivales en el camino hacia el Mundial no constituye un termómetro adecuado, que sí ofrece Sudáfrica, para haber valorado realmente el comportamiento de la Roja, y por muy grande que sea el adversario, un amistoso siempre está abierto a probaturas. No existe aquí, ni por asomo, la misma preocupación por el resultado o la implicación de un choque perteneciente al campeonato mundial de fútbol. La derrota en la Copa Confederaciones, único test minimamente fiable, frente a Estados Unidos provocó una dosis brutal de realidad.

Asimismo, la competitividad actual en este deporte es máxima. Cualquier equipo te puede hacer un roto. El físico, la táctica y la psicología son aspectos muy trabajados, independientemente del talento. Sólo ésto último desnivela la balanza si el resto de los factores aparecen en situación de igualdad, una circunstancia muy habitual. España ha apreciado perfectamente este contexto durante su reciente recorrido mundialista.

España caerá con las botas puestas, utilizando sus múltiples recursos, y todos ellas configuran una belleza estilística que maravilla siempre que el infortunio no se alíe con la selección o el rival impida la realidad. Por lo tanto, casi siempre. El sueño de todos se llama Mundial, los dos partidos que restan semejan dos jeroglíficos inmensos y, sinceramente, entiendo que el fin justifica los medios para que la Roja se convierta en campeona del mundo. ¿No lo creen así?

Marcos Blanco

marcos@gentedigital.es

Publicado el 6 de julio de 2010 a las 13:30.