Me quedé petrificado al ver estas imágenes. Sí, sí. Los chicos de la Roja están de fiesta y Piqué le lanza un escupitajo a Pedro Cortés, delegado de la selección española de fútbol. Esta situación ha provocado división de opiniones entre los aficionados. Para unos, se trata de una acción que debe entenderse en su contexto (la juerga colectiva por el triunfo en el Mundial) y la euforia, etílica o ebria, lleva consigo actitudes a las que no debe dársele mucha importancia. Para otros, la acción es inadmisible y ofrece una imagen lamentable de un profesional ejemplar, razonablemente maduro para los 23 años que contempla el carné de identidad de Gerard Piqué.
Cortés no ha querido darle importancia al salivazo. "No tiene importancia el escupitajo. Yo he tenido 20 años. Puede que sea una chiquillada, pero no le doy más importancia, en el fragor de la batalla se hacen muchas cosas y yo no estoy dolido", ha asegurado el delegado de la selección española de fútbol. Si no mediaba otro broma de por medio, a mí me parece un asunto bastante serio y una vergüenza que empaña toda la cordura observada hasta ahora en el entorno de la selección.
España reina en el mundo del fútbol tras la consecución de su primer campeonato del mundo. Un sueño frustrado desde el principio de los tiempos que ha desembocado en dos años, los últimos, plagados de entusiasmo futbolístico y bañados en dos enormes títulos. Primero, la Eurocopa en 2008. Ahora, la Copa del Mundo celebrada en Sudáfrica hasta el pasado 11 de julio.
El presente de la selección española ofrece un comportamiento extraordinario, pero muchos se preguntan qué posibilidades existen de que esta situación tenga continuidad. Diversos factores afectan al futuro de la selección nacional, pero la edad aparecen como un rasgo fundamental en la permanencia del grupo que ha logrado el Mundial.
Si tomamos este aspecto como referente, la afición puede estar tranquila porque pocos futbolistas, aunque claves en el esquema de Vicente del Bosque, transmiten cierta incertidumbre en cuanto a su presencia futbolística de cara al próximo Mundial de Brasil. A dos años vista, la Eurocopa de Polonia y Ucrania, parece más factible para ciertos jugadores. Además, numerosos futbolistas con calidad vienen pisando fuerte para ganarse un sitio en la Roja. El panorama por líneas es el siguiente:
Portería. Casillas (29), Valdés (28) y Reina (27) podrían formar parte de la plantilla que dispute tanto la próxima Eurocopa como el siguiente Mundial. Su carné de identidad no parece un impedimento básico debido a las particularidades del puesto que ocupan.
Defensa. Puyol (32), Capdevila (32) y Marchena (30) son los jugadores más mayores en esta demarcación futbolística. Su confianza, rendimiento y la opinión del técnico les abrirán o no las puertas de futuras convocatorias importantes. Gerard Piqué (23) y Sergio Ramos (26) abanderan la juventud defensiva con la compañía de Albiol (24) y Arbeloa (27).
Centro del campo. Xavi (30) y Xabi Alonso (28) aparecen como los casos más preocupantes debido a su trascendencia en el esquema español. Pueden llegar a tiempo a la Eurocopa del 2010. Otra cosa bien distinta será el mundial brasileño. Afortunadamente, Andrés Iniesta (26) todavía tiene mucho tiempo por delante y qué decir del resto de medios nacionales presentes en Sudáfrica: Sergio Busquets (21), Cesc (23), Silva (24) y Javi Martínez (21 años).
Delantera. David Villa (28) es el delantero más 'maduro' de la Roja. La presencia del 'Guaje' en Brasil manifiesta ciertas dudas por las capacidades futbolísticas que pueda desarrollar dentro de cuatro años, pero Polonia y Ucrania le verán con casi toda seguridad. Torres (26), Llorente (25), Navas (24), Pedro (22) y Navas (22) garantizan el ataque español en un futuro cercano y alentador.
Fiesta en el avión. La victoria de España en el Mundial de Sudáfrica merece una celebración por todo lo alto. Después del partido, se multiplicaron las emociones sobre el césped del Soccer City, los abrazos y todo tipo de felicitaciones entre los integrantes del equipo español. Además, todo el mundo quería darle la enhorabuena a la Roja por su triunfo. Autoridades como la Reina Doña Sofía, el Príncipe Felipe o la Princesa Letizia visitaron el vestuario español, al igual que rostros tan conocidos como el del tenista Rafa Nadal. Casillas le dio un beso de película a su novio, la periodista Sara Carbonero, ante las cámaras de Telecinco y el cachondeo era increíble en el estadio. También lo fue en el avión que trasladó al grupo desde Johannesburgo hasta Madrid, donde los jugadores se lo pasaron en grande. Estas imágenes ponen de manifiesto el buen ambiente que hubo durante el largo trayecto.
Visita al Palacio Real. Con ojeras pronunciadas en sus rostros, aspecto cansado y una inmensa satisfacción por el éxito conseguido, los componentes de la selección española aterrizaron el pasado lunes al mediodía en el aeropuerto de Barajas (Madrid). Después de un rato de reposo y la correspondiente comida, la campeona del mundo se dirigió al Palacio Real. Allí, el Rey Don Juan Carlos, que no pudo estar en la final del Mundial, agradeció la "emoción", "ilusión" y "orgullo" que la 'Roja' ha creado en toda la población. "Habéis hecho vibrar a todos los españoles, haciendo realidad nuestros sueños y proyectando el nombre de España en el mundo. Estos son los sentimientos que, como Rey, os traslado con el mayor de los abrazos, con toda mi gratitud y mi más afectuosa enhorabuena", manifestó, refiriéndose al grupo. "Sois ejemplo de deportividad, nobleza, buen juego, trabajo en equipo y ahí tengo que dar la enhorabuena a Vicente del Bosque que, aunque sé que no le gusta aparecer por ahí, siempre tendrá mi reconocimiento", quiso destacar Juan Carlos.
Zapatero recibe a 'la Roja' en Moncloa. Después del Palacio Real, le llegó el turno al Palacio de la Moncloa, residencia presidencial. José Luis Rodríguez Zapatero recibió al combinado nacional de fútbol y sacó pecho por este éxito del deporte español. "Enhorabuena a España por este gran triunfo histórico. Deseo felicitar a los 23 jugadores de corazón, como todos los españoles. Esta victoria es de los 23 jugadores de la selección, pero detrás está la fuerza de todos los españoles. La han ganado ellos, pero es también de todos los jugadores de tantas generaciones que han ayudado a llegar a la cima del fútbol mundial", señaló el presidente del Gobierno ante jugadores, cuerpo técnico y dirigentes de la RFEF. Zapatero hizo especial hincapié en la figura del capitán Íker Casillas. Asimismo, alabó la figura deportiva y humana de Andrés Iniesta. Tampoco se olvidó del seleccionador Vicente del Bosque.
Posteriormente, la selección se subió a un autobús descapotable con la intención de recorrer las principales calles de Madrid, que estaban llenas de aficionados deseosos de verles y compartir el mayor éxito del fútbol español. Televisiones, radios y páginas en Internet realizaron un seguimiento pormenorizado del autobús. Las imágenes y crónicas evidenciaban que toda la ciudad se había echado a la calle para festejar con ellos el Mundial. Residentes en Madrid y aficionados que viajaron hasta la capital sólo para estar cerca de la selección española disfrutaron de lo lindo viendo a sus ídolos.
Pequeños, jóvenes, mayores, familias y parejas se dieron cita sobre el asfalto o las aceras del recorrido. El gentío impresionaba desde los primeros pasos de la procesión española en la zona de Moncloa. La simbiosis entre jugadores y afición fue total. Había una necesidad recíproca de afecto y agradecimiento. El paseo motorizado de la Roja comenzó pasadas las siete y media de la tarde. A eso de las nueve, subían la Gran Vía hasta la zona de Callao. Éste era el ambiente justo antes de verles a lo lejos.
Banderas de España en los edificios más nobles de la mítica calle madrileña daban un colorido nacional a este paisaje. Cuando el bullicio se hizo ensordecedor, el autobús apareció en la distancia y pasó la plaza de Callao ante el griterío colectivo, vítores inaudibles y muchas fotos con cámaras o móviles.
La policía abría paso a la selección, la calle estaba abarrotada pero imperó el civismo y fue posible observar a los héroes de Johannesburgo a una distancia sorprendentemente corta. Ramos, Arbeloa, Marchena, Javi Martínez, Llorente o Torres aparecían en la parte frontal del autobús. Saludaban con la sonrisa puesta, hacían múltiples gestos de victoria y comentaban la jugada sin perder la oportunidad de cantar con el público. Xabi Alonso, Busquets e Iniesta iban juntos en un lateral. El autor del gol ante Holanda llevaba un simpático sombrero y parecía un muñeco de cera. Con una bandera de España, Casillas controlaba la situación desde la parte trasera. Del Bosque, junto a su hijo Álvaro, lucía elegante y agradecido por tanto apoyo. La Copa del Mundo, casi siempre en alto, besada, exhibida.
Cada pocos metros, el autobús detenía su marcha para que la gente pudiese ver durante más tiempo a los suyos. En una de esas arrancadas, el autobús se movió más de la cuenta y Álvaro Arbeloa, que estaba con una pierna fuera y otra dentro en un borde del autobús, se fue al suelo. Tras unos segundos, como puede verse en las imágenes anteriores, todo volvió a la normalidad. De hecho, el propio jugador se se agachó unos minutos después para agarrar una simpática mascota del pulpo Paul que llevaba los colores de la bandera española. El ejercicio de malabarismo tuvo un final feliz.
La Roja bajó la Gran Vía ante las carreras de toda la gente que deseaba seguirles hasta el fin del mundo y prosiguió su multitudinario recorrido con un objetivo inevitable: la explanada de Puente del Rey, en las inmediaciones de Príncipe Pío. Allí, se había montado una buena fiesta con diversas actuaciones musicales y dos horas más tarde de lo previsto aparecieron los protagonistas en un recinto completamente lleno. Subieron al escenario, saludaron al respetable y hablaron con el estilo coloquial que la situación requería. Sin lugar a dudas, el gran animador del cotarro fue Pepe Reina, que hizo de 'skeaper', del mismo modo que tras la victoria en la Eurocopa. Homenajeó a los 23 jugadores del equipo, al técnico y a todos los integrantes de esta hazaña. ¡Vaya figura!
Este ha sido uno de los cánticos más coreados durante el Mundial de Sudáfrica y, sobre todo, el himno nacional durante la fiesta que ha tenido lugar en todo el país para celebrar la primera Copa del Mundo que España ha conseguido en el deporte más popular dentro de sus fronteras. Las tres palabras que constituyen esta frase contienen un mensaje inimaginable hace poco más de un mes. El triunfo futbolístico ha conseguido un sentimiento de nación que los políticos jamás han logrado, una sensación de igualdad emotiva con independencia de que usted resida en Cataluña, el País Vasco, Galicia o cualquier otra región con intenciones nacionalistas y separatistas.
Durante muchos años, las nuevas generaciones han realizado una asociación ridícula entre portar un símbolo con los colores o el escudo de España y el significado 'facha', fascista o reaccionario que esto supuestamente conlleva. Las equívocas huellas de la Guerra Civil y la posterior democracia española, que todavía no ha cumplido medio siglo, han generado una sensación extraña en torno a la identificación con el país, la nación o todo lo que implique una exaltación del territorio nacional.
Aunque parezca simplemente un movimiento ocioso, una excusa perfecta para la fiesta colectiva, el deporte supone un reflejo de nuestra propia actitud vital y conlleva todo lo que aplicamos a nuestra cotidianeidad, más allá de que sea un negocio excesivo o los jugadores sean más ricos de lo debido. Millones de personas se han identificado con la hazaña de sus compatriotas, con el comportamiento manifestado por estos profesionales y los ciudadanos españoles transmiten ahora un enérgico orgullo por haber nacido en estas fronteras. Además, han generado un movimiento mágico que ha unido al país como si de una sola persona se tratase.
¿Cuánto durará este sentimiento? ¿Será flor de un día o este Mundial ha conseguido un logro que nada ni nadie había pretendido ni obtenido en toda nuestra historia? Si tomamos como ejemplo la filosofía personal y profesional de la selección española de fútbol, quizá consigamos otra Copa del Mundo: una convivencia en armonía. ¡A por ella, oe, a por ella, oe!
Domingo 11 de julio, 23:00 horas de la noche. España es un clamor. Tras 120 minutos de sufrimiento pegados frente al televisor, millones de ciudadanos festejan por todo lo alto el hito más importante de la historia del balompié de este país: la consecución del Mundial de fútbol. Un gol de Andrés Iniesta en el minuto 116 de partido sirvió para acabar con la resistencia de una Holanda que planteó el encuentro a la defensiva, aunque un par de acciones de Arjen Robben bien pudieron acabar en gol.
Sin embargo, dos grandes intervenciones de Iker Casillas mantuvieron viva una esperanza que se convirtió en júbilo unos minutos después. La selección española se convierte, de este modo, en el octavo equipo que levanta la Copa de la FIFA. El propio Casillas es quien tuvo el privilegio de hacerlo, al igual que hace dos años en el Ernst Happel de Viena.
DE MENOS A MÁS
Las estadísticas están para romperlas, y España en este Mundial acabó con varias de ellas. La primera decía que ningún equipo había ganado un torneo de estas características después de perder su primer partido. La 'Roja' se rehízo de su derrota ante Suiza en un encuentro en el que los helvéticos marcaron el camino a seguir para el resto de rivales de España. Sin embargo, el juego defensivo no le dio tantos réditos a Honduras, Chile, Portugal, Paraguay, Alemania y Holanda.
Así, los hombres de Del Bosque tuvieron que enfrentarse a un factor tradicional en el pasado pero que parecía desterrado tras la consecución de la Eurocopa: las críticas. Venciendo a Honduras y a Chile éstas no desaparecieron y así se llegó al primer partido a cara o cruz con muchas dudas. Pese a todo, ante Portugal la selección empezó a demostrar el porqué de su cartel de favorito y llevó al combinado luso con Cristiano Ronaldo a la cabeza, al camino de la frustración.
Después llegó la temida barrera de los cuartos de final. Un penalti detenido por Casillas y un gol de David Villa, uno de los máximos realizadores del torneo, derribaron el muro psicológico que suponía esta ronda para los futbolistas españoles que se plantaron en semifinales donde reeditarían la final de la Eurocopa ante Alemania. En su mejor partido de todo el campeonato, la ‘Roja' tuvo que esperar hasta el tramo final para certificar el pase a la final gracias a un tanto de Puyol.
UNA VISTA AL FUTURO
Con este triunfo, España da el salto tan esperado durante décadas para pasar a ser la referencia mundial, no sólo a nivel de éxitos, sino a también de modelo futbolístico. Sus cuatro últimas victorias en Sudáfrica se produjeron con un resultado idéntico, 1-0. Sin embargo, lejos de planteamientos rácanos y defensivos, los hombres de Del Bosque llevaron la batuta en todos y cada uno de los partidos. En algunas fases de ellos, la posesión superó con creces el 60% favorable a los jugadores de la 'Roja'. Con el balón en sus pies, demostraron que ese es el modo más efectivo de defender. Íker Casillas sólo encajó dos goles en el campeonato, ante Suiza y Chile, para después batir un récord de imbatibilidad tras pasar 390 minutos sin recoger un balón de dentro de su portería.
Para próximos campeonatos, la selección esapñola cuenta con un bloque definido en el que sólo algunos jugadores pueden dejar su sitio por una cuestión de edad. Puyol, Capdevila y Xavi Hernández podrían ser los primeros, pero el fútbol español cuenta con jugadores de sobrada categoría para tomar el testigo.
NUEVO ÉXITO DEL DEPORTE ESPAÑOL
Tras varios años comprobando como sus colegas de otros deportes conquistaban los mayores títulos en sus respectivas disciplinas, los integrantes de la selección española pueden presumir de ser ahora los mejores del mundo. Una estrella en su camiseta ubicada encima del escudo así lo atestigua. Así, España puede presumir, al menos hasta el mes de agosto cuando se dispute el Mundobasket de Turquía, de contar con los campeones del mundo y de Europa en fútbol y baloncesto. Ya no es un sueño. Hasta dentro de cuatro años, la ‘Roja' será el rival a batir por todas las selecciones del planeta.
Xavi, Iniesta, Villa... las quinielas hablaban de los jugadores españoles que habían brillado con luz propia en este torneo e incluso se comentaba la posibilidad de que uno de los subcampeones, Wesley Sneijder, fuera reconocido como el mejor jugador del Mundial. Sin embargo, la FIFA sorprendió a todos y decidió dar el Balón de Oro del campeonato a Diego Forlán. El uruguayo lleva unos meses casado con el éxito. Después de anotar los dos goles que acabaron con la sequía de títulos del Atlético de Madrid, el ‘Cacha' ha llevado a su selección a reverdecer viejos laureles. Uruguay acabó en cuarta posición después de unos años alejada de la élite futbolística. Forlán ha contribuido a la causa con cinco goles, el último en la final de consolación ante Alemania.
Pese a marcar goles decisivos ante Honduras, Chile, Portugal y Paraguay, David Villa se quedó sin trofeo de máximo goleador del torneo. Con sus cinco goles, el asturiano terminó empatado con Forlán, Wesley Sneijder y el alemán Thomas Müller. Precisamente el jugador germano fue el que recibió la Bota de Oro gracias a que el criterio de desempate que establecía la FIFA en primer lugar era el número de asistencias y en ese apartado superó a sus oponentes.
Quien sí se llevó una mención a nivel individual fue Iker Casillas. El guardameta madrileño fue elegido como el mejor en su demarcación en el campeonato. Tras el partido ante Suiza y algún fallo en los partidos amistosos, Casillas superó las críticas y estuvo a un gran nivel. Sólo el suizo Gelson Fernandes y el chileno Millar tuvieron el honor de marcarle un gol durante un partido.
Por último, la superioridad de España se vio plasmada en otro apartado, el del juego limpio. La selección se llevó el trofeo al 'Fair Play' tras ver sólo ocho tarjetas amarillas en todo el torneo, de las cuales cinco fueron mostradas en la final ante Holanda. Es la segunda vez consecutiva que la 'Roja' se lleva este galardón después de ser la más ‘limpia' junto a Brasil en Alemania 2006.
La victoria de España en el Mundial de fútbol de Sudáfrica ha sido el triunfo del colectivo porque todos los jugadores han aportado su granito de arena para llegar a lo más alto a las órdenes de Del Bosque. Aquí, analizamos uno a uno a los nuevos campeones del mundo.
IKER CASILLAS: SOBRESALIENTE Como toda la selección fue de menos a más. Ante Holanda y Paraguay fue decisivo con sus paradas.
RAÚL ALBIOL: INÉDITO La alta competitividad en el centro de la defensa y una lesión evitaron que se estrenara en un Mundial.
GERARD PIQUÉ: SOBERBIO Juega como un veterano a pesar de sólo tener 23 años. Elegante y atento, es uno de los baluartes.
CARLOS MARCHENA: ANIMADOR Jugó un papel digno de un capitán. Sin apenas minutos en el campo, su labor estuvo en el vestuario.
CARLES PUYOL: RAZA Y GOL A sus ya conocidas cualidades defensivas, el ‘5' sumó un gol decisivo ante Alemania en semifinales.
ANDRÉS INIESTA: UN MAGO Genio, crack, figura... Volvió a aparecer en el momento más oportuno para marcar un gol decisivo.
XAVI: FUNDAMENTAL El juego de la selección lleva su sello. Si él está bien es difícil que España pierda un partido.
FERNANDO TORRES: SIN SUERTE Llegó renqueante por una lesión y no ha podido brillar como se esperaba. Acabó lesionado ante Holanda.
CESC FÁBREGAS: REVULSIVO Se esperaba que contara con más minutos pero su aparición ante Holanda y Paraguay fue decisiva.
JOAN CAPDEVILA: SEGURO Ha vuelto a demostrar que la confianza de los seleccionadores en él no es gratuita. Infranqueable en su banda.
VÍCTOR VALDÉS: SIN MINUTOS Al final no tuvo la oportunidad de debutar un Mundial ante el buen papel del titular Iker Casillas.
JUAN MATA: OTRO AIRE Sólo jugó unos minutos ante Honduras pero aportó otra alternativa por su banda. Tiene un gran futuro.
XABI ALONSO: TRABAJADOR Después de una temporada dura se ha adaptado a su papel en la selección. Aportó en ataque y en defensa.
SERGIO RAMOS: ESPECTACULAR El sevillano recuperó su mejor versión para hacer de su banda un filón en ataque y un muro en defensa.
SERGIO BUSQUETS: CONSAGRADO Despejó todas las dudas de un plumazo. Fue de los más regulares. Atento al corte ya las coberturas a sus compañeros.
ALVARO ARBELOA: SIN OPCIONES El gran papel de Capdevila le relegó a la suplencia. Sólo jugó unos minutos ante Honduras en la primera fase.
PEDRO RODRÍGUEZ: ATREVIMIENTO Sorprendió su titularidad ante Alemania pero respondió con juego y entrega, al igual que ante Holanda.
FERNANDO LLORENTE: CLAVE No ha marcado ningún tanto pero su aportación contra Portugal fue clave para desatascar un partido complicado.
JAVI MARTÍNEZ: CON FUTURO Apenas dispuso de minutos pero ya ha abierto la puerta para futuras convocatorias a sus 21 años.
DAVID SILVA: POCA FORTUNA Empezó como titular pero perdió su sitio en el once tras la derrota ante Honduras. No ha estado a su mejor nivel.
JESÚS NAVAS: ELÉCTRICO Fue la apuesta de Del Bosque ante Honduras pero sobre todo ante Holanda donde cambió el partido. Con mucho futuro.
PEPE REINA: INDISPENSABLE No jugó pero su compañerismo y su capacidad para hacer grupo le convierten en clave. ‘Ayudó' en el penalti ante Paraguay.
El conocido espontáneo catalán Jaume Marquet i Cot, más conocido como 'Jimmy Jump', natural de Sabadell (Barcelona), se saltó las medidas de seguridad en Johannesbugo antes del comienzo de la final entre España y Holanda, y llegó a ponerle una barretina al trofeo del campeonato que más tarde levantarían los pupilos de Del Bosque:
El mejor análisis de los equipos, los jugadores que pueden deslumbrar en Sudáfrica, las noticias de la competición... Todo lo que te puede interesar respecto al Mundial lo encontrarás aquí. Si además compartes el sueño de ver a la 'Roja' levantando el trofeo el 11 de julio, no lo dudes, este es tu sitio.
