Holanda ya perdió las dos finales que jugó con anterioridad
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La selección española espera que este domingo no se cumpla el dicho de que "a la tercera va la vencida". Mientras la 'Roja' nunca se ha visto en un partido de esta índole, la 'oranje' ya ha llegado a dos finales en su historia, ambas de la mano de la denominada 'Naranja mecánica'.
Su primera experiencia de este tipo data de 1974. La base del Ajax de Amsterdam que había conquistado las tres últimas ediciones de la Copa de Europa conformaba una selección holandesa que tenía el buen fútbol por bandera. Comenzaron los Cruyff y compañía su andadura en el torneo con una cómoda victoria sobre Uruguay, un empate ante Suecia y una goleada a Bulgaria que les servía para certificar el pase a la siguiente ronda. Allí esperaba un grupo en el que estaban nada menos que Alemania Democrática, Brasil y Argentina.
Para abrir boca, la albiceleste. Un contundente 4-0 con doblete de Cruyff empezaba a colocar a Holanda en el camino de hacer algo grande. Alemania Democrática tampoco fue rival (2-0) antes de que llegara el partido decisivo ante Brasil. Una de las versiones más endebles de la 'canarinha' que se recuerda perdió 2-0 y se vio claramente superada por el juego de toque de un equipo que practicaba lo que se denominó el 'fútbol total'.
Era la final soñada. Por un lado, el anfitrión Alemania; por el otro, el que mejor fútbol había desplegado de todo el campeonato. Holanda se adelantó muy pronto con un penalti cometido sobre Cruyff que anotó Neeskens. Poco duró la alegría a los 'tulipanes' que vieron como Breitner, también desde los once metros, ponía la igualada en el marcador. Al filo del descanso, apareció Muller para dar a Alemania el segundo entorchado de su historia.
A pesar de la desilusión, Holanda no abandonó el camino de la lírica para el Mundial de Argentina '78. Tras un susto inicial ante Escocia, la 'Naranja mecánica' se vengó de Alemania dejándola fuera de la final donde se vería las caras de nuevo con la anfitriona. Kempes puso por delante a los sudamericanos antes que Nanninga marcara el empate. En el último minuto del tiempo reglamentario, Holanda estrelló un balón en el poste. Ahí estaba su fugaz momento de gloria, lo tuvieron tan cerca pero a la vez tan lejos. La madera se había aliado con los argentinos. Luego Kempes y Bertoni harían el resto. El 'fútbol total' se quedaba sin premio.
Francisco Quirós Soriano
Publicado el 8 de julio de 2010 a las 13:15.
