El 'Balón de Oro' y el destino de Wesley Sneijder
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El fútbol es un deporte que casi siempre da segundas oportunidades. De eso puede dar fe Wesley Benjamin Sneijder. Hace doce meses sufría poco menos que 'mobbing' en el Real Madrid. El acoso laboral al que sometió al jugador holandés el Real Madrid tenía un objetivo muy claro: que el futbolista de Utrecht se buscara un nuevo club.
Tras un año en los que sus andaduras personales tuvieron más interés que las deportivas, Sneijder hacía las maletas con destino a Milán. Allí, el Inter y José Mourinho iban a cambiar su vida para siempre. Dejó atrás sus problemas de sobrepeso y su fama de poco profesional para recobrar sus mejores prestaciones. A las pocas semanas, el '10' del Inter se parecía mucho al jugador que deslumbró nada más llegar a Madrid.
Con Mourinho, Sneijder encontró al hombre que emularía a Frank Lampard en su Inter. No quería que el holandés se convirtiera en el Xavi de su equipo. Las funciones del holandés estaban muy claras: armar los contragolpes, dar el último pase y si es menester aportar goles a través de las acciones a balón parado o llegando de segunda línea.
Clave en la conquista de un nuevo 'Scudetto', Sneijder al igual que el Inter tuvo que responder en el torneo donde más dudas habían dejado él y su equipo: la Champions. Ante Chelsea y CSKA de Moscú tuvo un papel decisivo. Contra el Barça fue simplemente esencial. Dani Alves debió tener pesadillas con ese bajito holandés que siempre aparecía a su espalda para crear peligro. Unas semanas después, levantaba la Copa de Europa ante la atenta mirada de Jorge Valdano y Florentino Pérez, los dos hombres que forzaron su salida del Real Madrid.
Pero aún le quedaba a Sneijder otra oportunidad para seguir reivindicándose: el Mundial. Como si el seleccionador Van Maarwijk quisiera que Wesley se sintiera como en el Inter, apostó por una versión más conservadora de la selección holandesa. Sin tantos jugadores de ataque como en anteriores campeonatos, Holanda lo fiaba todo al instinto de Van Persie, la electricidad de Robben y la calidad de Sneijder. Con los dos primeros en fuera de juego (uno mentalmente y el otro por una lesión), Sneijder ha asumido el reto con mucho gusto. Sus partidos ante Dinamarca, Japón, Eslovaquia y Brasil así lo reflejan.
Desde 1998, siempre que ha habido Mundial el Balón de Oro ha recaído en un jugador que ha levantado la Copa de la FIFA. Zidane, Ronaldo y Cannavaro. Todos ellos campeones y todos ellos con pasado madridista. Sneijder puede seguir la tradición.
Francisco Quirós Soriano
Publicado el 5 de julio de 2010 a las 20:00.