Un doblete del eslovaco Vittek obliga a Italia a hacer las maletas
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Eslovaquia ha dado la gran sorpresa de la jornada y se ha impuesto a Italia por un agónico 3-2. Los hombres de Lippi caen eliminados quedando incluso por detrás de Nueva Zelanda. No hay lugar para los sentimentalismos para este Mundial, los dos finalistas de 2006 se quedan fuera a las primeras de cambio.
Italia se la jugaba y Marcelo Lippi decidió arriesgar. Pirlo comenzaba viendo el partido desde el banquillo, pero el seleccionador transalpino dio paso a la vieja guardia. Gattuso formaba el centro del campo con Montolivo y De Rossi y Di Natale, Pepe e Iaquinta quedaban para el gol. Una delantera con raíces en el Udinese era la tabla de salvación de Italia.
Pero empezó Eslovaquia tomando la iniciativa. El equipo de Weiss tenía las ideas muy claras en defensa y estaba dispuesto a emplear sus mejores cualidades en ataque. La mejor de ellas, Hamsik, es de sobra conocida por los italianos, pero el centrocampista del Nápoles campaba a sus anchas. Cayendo a ambas bandas, sin una ubicación fija, el bueno de Marek empezaba a hacer creer a su equipo que el milagro era posible.
Vittek se movía en ataque como si recordara sus mejores tiempos en el Nurenberg. Un buen movimiento del '11' eslovaco supuso el gol que hacía saltar la sorpresa. Kucka roba un balón tras un error de De Rossi y ve el desmarque de Vittek para habilitar al punta. El 1-0 clasificaba a Eslovaquia y dejaba a Italia colista.
Con un gol anulado a Iaquinta por falta previa acabó la hoja de credenciales ofensiva de Italia en la primera parte. En el segundo acto el decorado cambió. Pirlo salió para dar criterio, pero la 'azzurra' estaba tocada. Di Natale y Quagliarella tuvieron sendas ocasiones que no aprovecharon. El equipo de Lippi se volcó y Eslovaquia se disfrazó de Italia. Hamsik y compañía amagaban a la contra y mataron en un córner. Una vez más, Hamsik aparecía para poner un balón al primer palo donde apareció Vittek para hacer gala de su olfato de gol.
Italia estaba grogui, pero aún le quedaba una carta que jugar. Di Natale acortaba distancias con un gol a puerta vacía y los pupilos de Lippi se preparaban para echar el resto. Quagliarella estuvo a punto de convertirse en el salvador, pero su gol fue anulado por fuera de juego. Iaquinta se convertía en la referencia y los balones aéreos comenzaban a llevar el peligro una y otra vez al área de Mucha.
No era el día de Italia. La 'azzurra' jugó a la ruleta rusa y el destino aún le guardaba una bala. Weiss introdujo en el cambio a Kopunek para frenar la avalancha italiana y el menudo centrocampista aprovechó un inocente saque de banda para batir a Marchetti. Era la sentencia, aunque aún quedaba espacio para una perla de Quagliarella que firmó una gran vaselina.
Al igual que Francia, la otra finalista de 2006 se marcha a casa en la primera fase. En el otro partido, Paraguay y Nueva Zelanda empataron a cero en un encuentro insulso que sirve para que los guaranís se metan en octavos como primeros de grupo.
Publicado el 24 de junio de 2010 a las 17:15.
