Los tres hermanos Palacios, una historia inédita en los Mundiales
Archivado en: Mundial Sudáfrica, Honduras, Wilson Palacios, Johny Palacios, Jerry Palacios
Taquilla de Wilson Palacios.
La selección de Honduras ha hecho historia en este Mundial porque se ha convertido en la primera que incluye a tres hermanos en su convocotaria. A la presencia de Wilson y Johny, se ha unido Terry Palacios como sustituto de Rambo De León, lesionado en el último entrenamiento previo al campeonato futbolístico que se celebra en Sudáfrica. Además, otro de sus hermanos, Milton, también juega al fútbol en el ámbito profesional.
Wilson, que juega en el Totenham inglés, se ha presentado en el Mundial como el hermano más veterano en la selección de su país. Titular para Reinaldo Rueda en el centro del campo, lleva el '8' a la espalda y tiene 25 años. Suma más de 70 partidos con Honduras. Johny Palacios, de 23 años, juega como defensa en el Club Deportivo Olimpia, mítico equipo en Honduras, y ha disputado varios encuentros con el equipo nacional. Jerry, el mayor de los tres con 28 años, formaba parte de la preselección de 30 jugadores (Rueda escogió a 23) y ejerce de delantero en el Hangzhou Greentown de la liga china desde el pasado mes de enero.
Al padre de los Palacios, Eulogio no le soprende en absoluto la situación familiar, ya que él ha sido futbolista profesional, como uno de sus hermanos y el que no lo ha sido ha pasado por el arbitraje. Uno de sus hijos, Jerry, entiende que "todo puede pasar" ante España tomando como referencia que "Wilson decía de niño que un día iba ser titular en la selección en un Mundial y lo cumplió. Así que en la vida nada es imposible". Para el delantero, "estar en un Mundial con Honduras después de 28 años de espera es increíble, pero compartirlo con tus hermanos es un regalo de Dios".
Wilson, Johny y Jerry tienen una guía especial, que les cuida desde el más allá, como ellos mismo recuerdan constantemente. Se trata de Edwin, uno de sus hermanos, que fue asesinado en su país tras un secuestro. Entraron en la casa familiar de La Ceiba, situada en el Caribe de Honduras, y se llevaron al joven en 2007. Los vecinos del pueblo recaudaron dinero para pagar el rescate, que llevaron a cabo sin conseguir la otra parte del trato: la entrega de Edwin. Dos años después, un soplo certificó los malos presagios: le habían asesinado. Encontraron sus huesos en 2009.
Marcos Blanco
Publicado el 21 de junio de 2010 a las 10:15.