Pasión por México con tres 'güeyes' en pleno centro de Madrid
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Sudáfrica, selecciona anfitriona del Mundial, y México fueron las selecciones encargadas de estrenar la cita futbolística más importante del mundo. Miles de aficionados al fútbol han estado pendientes del encuentro y, sobre todo, los seguidores de ambos combinados nacionales. Como siempre, los bares constituyen espacios de reunión muy concurridos para estas ocasiones. Mario, David y Pablo eligieron un céntrico pub irlandés para seguir a los suyos, al equipo de Javier Aguirre.
Estos tres veinteañeros mexicanos, que están en España como primera parada de un viaje turístico que les llevará por toda Europa, ejemplifican la gran pasión futbolística que se vive en su país. Vestidos con la camiseta nacional, estuvieron muy pendientes de cada segundo que transcurría en una gran pantalla situada ante sus ojos. No se podían creer las ocasiones falladas por los suyos en la primera parte, sufrieron con el 1-0 de Tshabalala, se desesperaron como Márquez y compañía con el marcador, pero festejaron por todo lo alto el 1-1 para realizar, finalmente, una positiva valoración del choque.
No había una sola mesa libre en el local. Las cervezas y el picoteo amenizaban la visión futbolística en numerosos televisores. "¡Gol!", gritó una chica en tono humorístico tras el cabezazo de Guille Franco en el minuto 14, que se fue alto. El murmullo de las conversaciones y algún grito de ánimo como el "¡Vamos, Rafa (por Márquez no por Nadal)!" definieron una primera hora sin mucho brillo en el césped con los mexicanos dominando la posesión de balón (61% en el minuto 30). De repente, alguien decide que los comentaristas televisivos están para algo y se les escucha a tope. El último cuarto de hora tuvo cinco ocasiones claras para México, una de ellas muy polémica debido a que el juez de línea anuló el tanto anotado por Vela por supuesto fuera de juego. Los anfitriones apenas inquietaron con un par de centros y varios saques de esquina, que vislumbraban una tarde aciaga de Mario Ochoa en la portería.
"Ha dominado México y el gol estuvo mal anulado" comentan los chicos nada más preguntarles por los primeros 45 minutos. "Necesitamos marcar", apunta uno mirando a los demás. "Nos ha sorprendido la entrada de Ochoa en la portería y la presencia de Aguilar (fue sustituido por Guardado)", coinciden refiriéndose a su opinión sobre el once. "¿Lo peor? Hemos estado muy mal a balón parado", entiende este simpático trío de jóvenes. Todos auguran que los futbolistas mexicanos "van a llegar lejos, saben que pueden. Hay una buena mezcla entre juventud y experiencia. Además, Aguirre es un motivador", argumentan los chicos de Monterrey, que mañana vuelan hacia Roma. Van a estar casi un mes de paseo por el continente europeo y tienen previsto acercarse a los Sanfermines. No les preocupan los excesivos festivos de las fiestas navarras. ¿El motivo? Son mexicanos.
Arranca de nuevo el partido. Se acabó la tertulia. También las buenas caras, porque a los pocos minutos Thsabalala aprovecha un excelente pase en profundidad desde el centro del campo para colocar el balón en la escuadra durante su carrera. ¿Falló Ochoa en la salida? Hubo discusión tras el encuentro sobre si se había quedado o no a media salida, pero lo cierto es que el guardameta mexicano estuvo impreciso y que el número 3 de los locales la puso allí donde no llega nadie. El 1-0 revolucionó a Sudáfrica y desesperó a la selección mexicana ante la impotencia de Mario, David y Pablo. Giovanni Dos Santos tuvo una gran ocasión, pero en la otra parte del campo también se sucedieron otras dos. Se gestaba la sorpresa hasta que Márquez aprovechó un centro desde la izquierda para poner el empate con el exterior de su pierna derecha. Apareció la locura.
Los aficionados mexicanos tuvieron el corazón en un puño durante los últimos 11 minutos. No hubo manera de darle la vuelta al resultado e incluso pudo llegar el 2-1 con un disparo al paro. Aguirre debería preocuparse por la lentitud de su defensa. "Se me cayó el corazón", decía uno de estos aficionados procedentes de Monterrey. Finalmente, los tres consideraban que el punto es bueno y hacían cábalas sobre los posibles resultados del Uruguay-Francia. Verán el segundo partido de su México lindo y querido en Italia. El tercero en Paga. Ojalá puedan ver más de México durante su periplo europeo. ¿Conclusión? "Nos robaron un gol y merecimos ganar, aunque se desesperaron un poco tras el 1-0". Buen viaje, muchachos. Viva el fútbol.
Marcos Blanco
marcos@gentedigital.es
Publicado el 11 de junio de 2010 a las 20:30.
