Archivado en: Pitingo, Soulería, Juan Carmona, The London Community Gospel Choir, flamenco, soul, puristas
En pleno mayo de 2008, con 'Soulería' recién salido del horno, Pitingo comenzaba a popularizar este nuevo concepto artístico en un teatro de Gran Vía. Con anterioridad, había probado en el antiguo Teatro Calderón (a mí eso de 'Häagen Dazs' no me sale) y me habían llegado ecos de un espectáculo diferente, atrevido, para patalear en la butaca, ejerciendo de corista. ¿Alguien canta el 'Killing me softly' de Roberta Flack manteniendo la estructura soul y dándole un aire flamenco propio? ¿Dónde? Versiones de Beatles, Frank Sinatra, Nirvana, Bob Marley, Boyz II Men...
A uno le puede la curiosidad. ¡Marchando una entrevista! Apenas quedaba media hora para la función y llegó sonriente en un taxi, con ese peinado tan encrespado. Dice que antes lo tenía largo pero los taxis no le paraban. Lo primero que hizo fue preguntar si alguién le podía conseguir unas gominolas con un tono divertidísimo. Todo un personaje. Metidos en su camerino, tuvimos una charla amena en la que Antonio Manuel Álvarez Vélez (Ayamonte, Huelva, 1981) concluía eso de que "al igual que la vida avanza, avanza el flamenco". Ya se sabe. En esta vida, conservadurismo y progresismo se pelean constantemente por dominar nuestras predilecciones. No sólo en política, sino en actitudes, opiniones y gustos. El flamenco, sus preciosos cantes y la traducción instrumental más habitual del idioma de Camarón es un estilo muy respetado por todos (incomprendido por muchos también), pero está caracterizado por un exceso apego a las raíces. Fuente de turismo que numerosos defensores y divulgadores saben aprovechar con picardía, el flamenco anda bastante mosqueado con Pitingo. Los 'puristas', claro. El otro día conversé con un simpático 'bailaor' mexicano de flamenco sobre esta historia. Comprendo su fastidio si existe alguien que considere 'Soulería', tanto el disco como el espectáculo, una manifestación flamenca en pureza, pero ni se ha vendido así ni él lo ha hecho. Lo repite una y otra vez. A todo esto, me encanta la adaptación que hace del 'On Bended Knee' de los Boyz II Men.
A mí me emociona su voz. Eso sí, nadie duda que el protagonismo está compartido entre Pitingo, Juan Carmona (una guitarra andante) y el lirismo grandilocuente de 'The London Community Gospel Choir'. Cualquiera que haya visto este atrevimiento artístico en directo (está de gira por España después de atracar en Barcelona) lo tiene claro. Las 'soulerías' de Pitingo funcionan a nivel comercial y atraen a todo tipo de público porque la conjunción estilística y escénica otorgan una gran claridad al arte ubicado sobre el escenario. Además, las piezas conocidas con anterioridad siempre son un buen gancho. Queridos 'puristas', hay pastel para todos. Personalmente, tengo claro que esta historia puede dar la vuelta al mundo, levantando de sus asientos a un checho, un americano, un japonés o un australiano. ¿No puedo emocionar a un 'purista'? Otra cosa distinta, querido 'bailaor', es que los receptores le pongan la etiqueta de flamenco y lo tomen como referencia. Para eso, sólo queda un remedio: investigar. Y un deseo: querer saber.
Publicado el 2 de marzo de 2009 a las 13:30.