Noticias de León

Y vuelven las quinielas si Herrera es llamado por Rajoy. Defenestrada Rosa Valdeón por su ‘postivo' en un control de alcoholemia surge con fuerza el nombre precisamente de sus sutituto en la consejería de Empleo: Carlos Fernández Carriedo, que como Herrera al sustituir a Juan José Lucas procedía del Grupo Popular en las Cortes de Castilla y León donde era el portavoz. Carriedo ha sido portavoz del PP en las Cortes desde 2007 (antes fue consejero de Sanidad y Bienestar Social -1999 a 2003, nombrado por Lucas y mantenido por Herrera- y de Medio Ambiente -2003-2007). Es decir, Carriedo ha sido 9 años portavoz del PP en las Cortes y quizá Herrera se plantee premiar ese ‘sacrificio' de no estar en el gobierno autonómico como ya premió a Rosa Valdeón con la vicepresidencia de la Junta cuando aceptó volver a Zamora para ser candidata a alcaldesa o como ya ‘premió' José María Aznar a Jesús Posada cuando dejó la ‘cartera' de Fomento para que entrara un consejero del CDS tras el pacto de la entonces AP y el ya desaparecido CDS. Pero además de Carriedo, Antonio Silván, alcalde de León y procurador, también aspira a la ‘sucesión' como premio por haber aceptado venir a León a pelear por la Alcaldía en 2015. Herrera le elogió públicamente en un desayuno en el Ritz de Madrid diciendo poco menos que era su hobre... Y finalmente, también opta al puesto Alfonso Fernández Mañueco, que suma a sus cargos de alcalde de Salamanca y procurador el de secretario general del Partido Popular de Castilla y León. En definitiva, un leonés -Silván-, un palentino -Carriedo- y un salmantino -Mañueco- son los mejor 'colocados' por si hay que afrontar la sucesión.

Pero antes de todo... tendrá que hablar Rajoy al que no espera una tarea fácil al frente del Gobierno de España. Y es que a los 150 acuerdos firmados con Ciudadanos habrá que ir sumando concesiones a un PSOE que ya ha advertido a través de su 'arrepentido' portavoz Antonio Hernando que la abstención es de investidura para evitar unas terceras elecciones, pero que no es un 'cheque en blanco' al PP porque no es una 'abstención de investidura'. Una legislatura movida, sin duda; sobre todo cuando el PSOE encarrile su futuro y tenga nuevo líder.

Publicado el 27 de octubre de 2016 a las 20:00.

               

Hace unas semanas, uno de los concejales del equipo de gobierno que capitanea Emilio Gutiérrez en el Ayuntamiento de León, me comentaba en el Palacio de los Guzmanes. “Estás hablando con el futuro consejero de Hacienda de la Junta. Ha sido capaz de enderezar el rumbo del Ayuntamiento de León y pronto le tocará la Junta”. Hacía referencia a su compañero Agustín Rajoy Feijóo, que acogía con una sonrisa los elogios sin siquiera poner de manifiesto los desvelos que habrá tenido que sufrir para que el Ayuntamiento vea la luz en ese túnel quebrado por las deudas que se encontró. Y es que a diferencia de su primo -el presidente Mariano Rajoy-, ‘nuestro Rajoy’ comenzó con medidas de ahorro (reducción de dedicaciones exclusivas, de cargos de confianza, de comisiones y del uso del coche oficial). Luego se encargó una auditoría privada para conocer el estado del enfermo y una vez localizada la deuda y los ingresos con los que se cuenta actuar para cuadrar las cuentas. Así elaboró un Plan de Ajuste donde se marcaba el camino de la viabilidad económica, reflejado todo ello en el Presupuesto Municipal de 2012 aprobado en mayo. Y así se ha ido cubriendo la hoja de ruta marcada para que se gaste sólo lo que se ingresa. Una obviedad, pura lógica, que nunca se ha cumplido. Así se ha subido tasas, se han cerrado servicios, se ha bajado la factura del teléfono y de la luz, se ha rebajado la plantilla en 200 trabajadores eventuales menos, se ha ajustado el coste en Emilsa (se preveía cerrarla, pero se ha llegado a acuerdos que permiten mantener la empresa y los empleos), se ha acordado la rebaja del sueldo en un 4% (pendiente ahora de cómo se ejecutará al quitar el Gobierno la extra de Navidad), se ha reducido más de la mitad el gasto en fiestas,... y falta ‘meter mano’ a los grandes contratos del autobús urbano y la recogida de basura para reducir notablemente la aportación municipal. Habrá que subir el autobús y reestructurar las líneas para rebajar el coste al Ayuntamiento. Y lo mismo tendrá que pasar en la basura con recortes en el beneficio industrial y reducción del número de días de recogida para adaptar el coste a lo que es habitual en ciudades como León, pero que aquí por extrañas razones se disparó el contrato hasta prácticamente pagar el doble.Ya sé que Rajoy ha tenido mucha ayuda del Gobierno con la subida del IBI en un 10% dos años o el Plan de Pago a Proveedores, pero lo que quiero remarcar es que sólo se puede actuar razonablemente si se conoce el problema. Es lo que debería haber hecho Mariano Rajoy: conocer la deuda y actuar sobre ella y no que cada viernes nos venga con recortes adicionales que espantan a los inversores, generan desconfianza y suben la prima de riesgo hasta el infinito con la exigencia de más recortes porque no se fían de que España pague. En León hay afectados,y también errores, pero se ha conseguido un Ayuntamiento fiable. ‘Nuestro’ Rajoy, Agustín, sí que vale. Mientras, Mariano ve como España es una interminable sucesión de huelgas y protestas de todos los sectores.

Publicado el 20 de julio de 2012 a las 10:00.