Demasiadas siglas en el campo leonés
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El campo leonés está que arde y ahora no es por los incencios a pesar de que este verano se han producido más de doscientos, la mayoría de ellos provocados y sin ningún pirómano entre rejas. La desesperante situación del sector –tanto el agrícola como el ganadero- ha hecho posible que Asaja, Ugal-UPA, Unión de Campesinos de Castilla y León y UCALE-COAG hayan decidido unir sus fuerzas para protestar por las calles de la capital leonesa el viernes 30 de octubre. La situación se hace insostenible una vez que ya no suben los precios ni cuando las cosechas son malas. Los agricultores se quejan de que a los precios actuales ya no interesa sembrar. No hay que olvidar que el sector primario genera mucha actividad económica desde que se recoge el producto hasta que llega al consumidor. Los márgenes comerciales no cuadran a un sector que ha maquillado las cuentas gracias a las subvenciones de la Unión Europea. La alerta ahora es mayor al estar prevista la caducidad de la PAC (Política Agraria Común) y no confiar en un mercado que rompen las importaciones de productos a bajos precios cuando se producen aquí de sobra. Están claras las reivindicaciones, pero quizá también debería de hacer reflexionar a los dirigentes sindicales agrarios. A mí me parece que sobran sindicatos y personalismos, ya que el precio de la cebada, del maíz o de la leche ni es de izquierdas ni de derechas. Estaría bien que esta manifestación del 30 de octubre fuera el comienzo de una ansiada unidad de acción porque el campo leonés tiene demasiadas siglas para tan pocos agricultores (poco más de 12.000).
Publicado el 21 de septiembre de 2009 a las 14:15.
