Otro ‘leonés’ en La Moncloa
El 20-N ya es historia, pero ha dejado un claro triunfador: Mariano Rajoy. A la tercera fue la vencida y tras dos inesperadas derrotas ante Zapatero en 2004 -el PP gobernaba con Aznar con mayoría absoluta y la mala gestión de los atentados del 11-M aupó a Zapatero- y 2008 -la crisis ya empezaba a adivinarse, pero no fue suficiente- llegó su gran día con una victoria de lo más espectacular de estos más de 30 años de democracia. Y es que Mariano Rajoy superó el techo del PP al lograr 186 diputados frente a los 183 de Aznar en su mayoría absoluta del año 2000. Es curioso, el PP logró el 20-N 10. 673.043 votos -‘sólo 395.033 votos más, pero se subió de los 154 escaños a los 186. La clave está en la devacle socialista que cosechó la derrota más apabullante de la historia democrática. Rubalcaba se quedó en 6.869.793 votos y 110 diputados frente a los 169 diputados y 11.289.335 votos de Zapatero en 2008. Es decir, 4.419.542 votos y 59 diputados menos. Vamos, un auténtico desastre socialista, ya que como se ve por los datos anteriores es el tremendo castigo al PSOE el que hace más grande la victoria de Rajoy y le permitirá gobernar con una mayoría absoluta muy sólida. El PSOE ha obtenido menos diputados que en las primeras elecciones -1977, antes de la Constitución- cuando Felipe González logró 118 diputados. Ahora el PP vive días de gloria mientras el PSOE tendrá que buscar un nuevo líder. Zapatero se va siendo el único candidato a presidente que siempre ha ganado y el único líder político que ha superado los 11 millones de votos tanto en 2004 como en 2008. Pero el no saber atajar la crisis ni la espantosa cola de parados cercana a los 5 millones es lo que ha propiciado el castigo al PSOE.
Pero el pueblo español decidió democráticamente y en apenas tres semanas La Moncloa tendrá un nuevo inquilino. Se trata de un pontevedrés nacido en Santiago de Compostela en 1955 y criado en León entre los 5 y los 15 años. Mariano Rajoy presumió en León de esta etapa leonesa, recordando cómo cambiaba cromos de futbolistas en la Plaza de Botines y otras anécdotas cuando viviá en la calle del Cid, dado que su padre era magistrado y presidente de la Audiencia. Este pasado leonés debería ser una garantía de futuro para León. Mucho se han criticado los incumplimientos de Zapatero, pero será el tiempo el que dará o quitará razones. El caso es que León es puntero en sectores clave como las nuevas tecnologías (Inteco), carbón limpio y captura de CO2 (Ciudad de la Energía), modernización de regadíos e infraestructuras (aeropuerto, AVE, Feve y la futura Autovía León-Valladolid, ya en marcha). Además, el potencial turístico tendrá grandes aliados como el Palacio de Congresos y Exposiciones diseñado por Perrault, el Insituto Confucio y la Universidad de Washington. Hay que apostar por lo que tenemos; lo contrario sería un gran error. Necesitamos sumar, no restar.
Publicado el 25 de noviembre de 2011 a las 09:30.