100 días es poco tiempo
Emlio Gutiérrez hizo una campaña electoral muy agresiva sabedor de que era la única manera de lograr la victoria. Se dedicó a denunciar a los cuatro vientos lo que llamó “el estado de malestar del PSOE” con argumentos como más de 10.000 parados, subida desorbitada de impuestos, privatizaciones, malgasto del dinero público, incremento de la deuda municipal y recorte de más de un 5% en el sueldo de los empleados públicos. Y proponía “el estado de bienestar del PP”, prometiendo oportunidades y puestos de trabajo, incentivar las inversiones públicas, gestión municipal con rigor y austeridad, asistencia y apoyo al pequeño comercio y a las Pymes, bajada sustancial del IBI y gestión eficaz del suelo industrial y potenciación del parque tecnológico. Los leoneses se creyeron aquello de “¡Esto no puede seguir así!” y el viento favorable que a nivel nacional soplaba a favor del PP se convirtió en un auténtico huracán en León. Y Emilio Gutiérrez logró la segunda mayoría absoluta en el Ayuntamiento, pero superando claramente a la lograda por Mario Amilivia en 1995. Y no era fácil. El volumen inversor logrado en estos años de Zapatero en La Moncloa eran toda una baza para el PSOE con hitos históricos como la desaparición del paso a nivel del Crucero. Pero al final, pesó más el mensaje de cambio y de un gobierno cercano a los ciudadanos que un sinfín de inversiones de gran importancia, pero que no habían sido capaces de cortar la sangría del paro.
Y Emilio Gutiérrez, con esa amplia mayoría otorgada del electorado -15 concejales de 27-, fue más allá y puso en marcha sus ‘100 días, 100 medidas’. Fueron toda una declaración de intenciones de un programa basado en la austeridad y con el objetivo de crear empleo. La oposición está juzgando con dureza a Gutiérrez, como si ya fuera el ecuador de la legislatura y apenas se van a cumplir los cuatro meses. Es evidente que entró por la puerta grande y cumplió su prorgram aprovechando el cabreo ciudadano por algunas medidas del equipo anterior (rastro, Pocoyó, Fernández Ladreda, jardines, escoltas, dedicaciones exclusivas y personal de confianza...). Otras medidas van implícitas en el cargo. Pero hay que darle tiempo, ya que 111 días es muy poco para sacar conclusiones de gestión aunque sí suficientes para comprobar que serán 4 años duros al tener que gestionar un ayuntamiento en ruina.
Publicado el 30 de septiembre de 2011 a las 09:30.