La hora del cambio de verdad
Estamos estos días metidos en balances un tanto prematuros. Si a cualquier político hubiera que juzgarle por su labor en los cien primeros días de su gobierno suspenderían todos. Es una época de aterrizaje, de estudiar la institución, de ver cómo y en qué se gasta el dinero, de conocer qué hace cada trabajador,.. y de ver cómo se hace el cesto prometido en campaña con las escasas mimbres que hay. No puede ser que las cosas sean blancas o negras. El balance de estos cien días en el Ayuntamiento de León es de satisfacción total para el equipo del PP que lidera Emilio Gutiérrez y de suspenso para el PSOE y la UPL al considerar que lo único que ha hecho el alcalde es destruir lo ejecutado en la legislatura pasada (Fernández Ladreda, el Parque Pocoyó o el traslado del rastro como ejemplos más palpables). Sin embargo, Emilio Gutiérrez presume de “destruir el abandono y la suciedad a la que el anterior equipo de gobierno condenó a la ciudad”. Probablemente no sea ni lo uno ni lo otro. Emilio Gutiérrez palpó el cabreo que había con algunas actuaciones de la anterior legislatura y las plasmó primero en su programa y luego en sus primeras medidas para demostrar que sus palabras son compromisos reales y que empezaba un nuevo estilo de gobernar de la mano de los leoneses y no de espaldas a ellos.
Pero ya han pasado esos cien días de cortesía y tiene que empezar la hora del cambio premetido. Las primeras medidas con ahorro en cargos de confianza y en dedicaciones exclusivas, o el quitar la llave del ascensor o limpiar y cuidar calles, parques y jardines, o presentarse en sociedad a asociaciones de vecinos, empresarios o altos cargos tuvieron el efecto buscado de mostrar una forma de gobernar más ágil y cercana, pero ahora queda por hacer el difícil camino de la creación de empleo, del crecimiento del Parque Tecnológico y de la apuesta por el turismo. El resultado de la auditoría marcará la ruta a seguir que se plasmará en el Presupuesto Municipal del Ayuntamiento de León para 2012. Ahí es donde se verá el programa real del Partido Popular para León. Ahí ya no caben las buenas intenciones y sí los hechos. Cuando se habla de una deuda de más de 400 millones de euros será difícil cuadrar las cuentas y como muy poco se puede actuar en los ingresos habrá que meter la tijera de lleno en los gastos. Habrá que aligerar todas las partidas de gastos, incluyendo la de personal con reducción de plantilla ajustando contratos como en la Escuela de Música y con un control férreo de horas extras y de pluses. Todo ello con el objetivo de que el Ayuntamiento de León sea el motor de la ciudad que impulse proyectos que generen empleo y futuro y que empiece a pagar en tiempo y forma a tantos cientos de proveedores para los que ahora trabajar para el Ayuntamiento más que un negocio es todo un calvario, ya que cobrar es una interminable odisea con final feliz sólo después de varios años.
Publicado el 23 de septiembre de 2011 a las 09:30.