Rajoy, poca audiencia en León
Contar con un líder nacional en una capital como León no es misión fácil. Por eso, cuando al fin se logra, debe ser para ‘marcar paquete’. Es decir, si un líder nacional como Mariano Rajoy hace el esfuerzo de estar en León a las 10.30 horas de la mañana cuando el día anterior estuvo en Ponferrada recibiendo el ‘Micrófono de Oro’ de la política, en una gala que terminó pasadas las 22.30 y a la que hubo que añadir la posterior cena en el Castillo de los Templarios, es para tenerle preparado un acto con varios miles de personas. Pues no. Rajoy llegó a la nueva sede del PP -Avenida de Salamanca, 25- con apenas un centenar de cargos -y algún que otro militante de base, simpatizante y/o curioso esperando. Hata el propio Rajoy preguntó quién estaba al mando cuando bajó del coche y la gente se lanzó a saludarle mientras no veía a ningún primer espada del PP. Tenía su lógica, ya que la sede tiene sus limitaciones espaciales y se iba a descubrir una placa, recorrer la sede y saludar desde el balcón. Lo curioso es que en la Plaza de San Marcos apenas si se dobló la asistencia al acto electoral y eso que se incorporaron decenas de curiosos que pasaban por allí o que estaban en San Marcos (como algunas de las 400 viudas que celebraban su congreso). Merecía una movilización mayor. En lo político, Mariano Rajoy, como es su obligación, ensalzó la labor de Juan Vicente Herrera, como heredero de la política de Aznar y elogió al candidato Emilio Gutiérrez, del que dijo: “Va a lograr una victoria histórica porque es una persona seria y preparada, con una brillante trayectoria como gestor tanto municipal como autonómico”.
Publicado el 16 de abril de 2011 a las 10:00.