Colaboración institucional
El martes 16 de noviembre el presidente de FEVE, el leonés Ángel Villalba, firmaba un convenio con el consejero de Fomento de la Junta, el también leonés Antonio Silván, y elogiaba la colaboración entre las administraciones para llevar a cabo un convenio entre una empresa pública estatal y una administración autonómica. El resultado: la Junta aportará 10,7 millones de euros hasta 2014 para el mantenimiento de los servicios ferroviarios de Feve y para impulsar la mejora de las infraestructuras de las líneas León-Guardo y el tramo regional León-Palencia-Burgos. Antonio Silván suscribió “al cien por cien” las palabras de Villalba sobre la colaboración entre las distintas administraciones. Y es que éste tenía que ser el primer mandamiento de los políticos: buscar las alianzas necesarias con las distintas administraciones en busca del bienestar común. En León tenemos ejemplos de lo que pasa cuando hay colaboración entre las instituciones. Ahí está el cruce de Michaisa, donde Ministerio de Fomento, Consejería de Fomento -40% cada institución- y Ayuntamiento de León -10%- suscribieron un acuerdo y el caos de tráfico de esta zona está a punto de solucionarse tras décadas de atascos. Lo mismo pasó con el Palacio de Congresos y Exposiciones donde las tres administraciones -esta vez, el Gobierno a través del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio- han posibilitado ese proyecto con una alianza en las mismas proporciones financieras que en ‘Michaisa’, pero con más de 70 millones de inversión prevista. Un convenio más abierto -Gobierno (a través del INAEM del Ministerio de Cultua), Junta, Ayuntamiento de León, Caja España-Duero, Diputación y Cabildo- se hace al fin realidad el viernes 19 con la firma del documento que hará posible que en 2012-2013 la Catedral y el prestigioso Festival de Órgano tengan el ansiado órgano. Hay más casos positivos, pero me interesa poner en contraposición lo que pasa cuando no hay ese compromiso y los convenios se sustituyen por continuas guerras y descalificaciones. Ahí está el Aeropuerto de León, 80 millones de inversión, todo modernidad,... pero infrautilizado por falta de vuelos. Ahí está también cómo descarriló una parte del tranvía o cómo el Parque Tecnológico está a medio gas, quizá en parte porque no hubo un acuerdo para que el Inteco se instalase en sus terrenos. Otro punto de discordia es la promoción turística con el Ayuntamiento por un lado, la Diputación por otro y la Junta y algunos ayuntamientos por una tercera vía. La diferencia entre los resultados que produce el acuerdo y la bronca es notable. Estamos sufriendo una larga crisis a la que todavía no se le ve el final y convertir las prioridades en realidades tiene que estar en la estrategia de cada partido político y de cada administración. Al ciudadano no le importa mucho quién salga en la foto, pero sí que los proyectos se atasquen por interesados personalismos.
Publicado el 19 de noviembre de 2010 a las 09:15.