Futuro negro... como el carbón
Los mineros están en pie de guerra. Han trabajado y no cobran y llevan ya varios días protagonizando cortes de carretera, manifestaciones, encierros, reuniones y cuatro días de huelga general. Buscan no sólo cobrar, sino abrir una vía de futuro en un sector con fecha de caducidad. Todo el mundo sabe lo ruinoso que es la extracción del carbón, ya que llega mucho más barato del exterior. Sin embargo, nadie duda también de que la minería es en El Bierzo, Laciana y la Montaña central el motor de sus economías. Hace tiempo que se sabe que la minería no es rentable y ya en tiempos de Felipe González se puso en marcha un ambicioso Plan de Reconversión Minera. El problema es que ha servido para muy poco. Ha habido mucho dinero, pero pocos proyectos de futuro y generadores de empleo. De ahí que la minería, que por cierto ha perdido mucho peso al reducir el empleo directo por debajo de los 3.000 trabajadores, siga siendo la clave económica de estas comarcas mineras. La Administración central, la autonómica, la Diputación y los propios ayuntamientos son los culpables de no haber sido capaces de canalizar tantos fondos en reindustrializar esas comarcas y ofrecer una alternativa de futuro. Se ha dejado pasar mucho tiempo y ahora la Unión Europea aprieta y quiere suprimir las subvenciones al sector de la minería. Y, claro, nos ha pillado sin hacer los deberes y hay que lograr como sea que el plazo se amplíe hasta 2020. Para tener opciones de lograrlo hay que aparecer unidos ante Europa. Pero esa unidad brilla por su ausencia. El PP lo mismo se pone a muerte con el carbón, que se abstiene en una votación en el Senado, que pide a Zapatero que dé la cara en Rodiezmo, cuando es el primero que está luchando ante la Unión Europa para conseguir ese último plazo. Hay que aclararse y decir lo mismo en León, en Castilla y León, en España y en el Parlamento Europeo. Pero, además, hay que lograr implicar a las empresas eléctricas y a los empresarios mineros. Las primeras tienen que apostar por el carbón nacional para que mientras las minas tengan vida haya liquidez. Y los empresarios mineros tienen también que aportar su granito de arena. Dice el ministro de Industria, Miguel Sebastián, que las empresas han recibido 376 millones de euros desde julio de 2009. Pues no parece que lo agradezcan mucho si cada poco presionan dejando de pagar.
Publicado el 17 de septiembre de 2010 a las 10:30.