El curso político más decisivo
Empieza el curso político ‘de la verdad’, el que decidirá quién manda en los municipios y en varias de las comunidades autónomas como Castilla y León. Es un curso raro. Primero no empieza con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con su ya tradicional mitin en la Fiesta Minera Astur-Leonesa de Rodiezmo, donde el líder socialista marcaba las grandes líneas de actuación del año siguiente como la subida de las pensiones, el Plan del Carbón y otros temas que empezaban a salir a la luz y que luego tenían su fiel reflejo en los Presupuestos Generales del Estado. Y si ZP no viene a Rodiezmo no es porque tenga otras cosas mejores que hacer tras el viaje a China y Japón, sino porque no procede por el otoño caliente que se avecina con la huelga general del 29 de septiembre. El 29-S consagra el divorcio del Gobierno del PSOE con los sindicatos tras seis años de ‘romance’. La bajada del sueldo en un 5% a los funcionarios, la congelación de las pensiones y la reforma laboral fueron los argumentos esgrimidos por los sindicatos para esta movilización en la que van a poner toda la carne en el asador para que sea un éxito. Pues van a tener que luchar lo suyo para que no sea una “huelga dulce” y para ello ya amenazan con los ‘piquetes informativos’ para que dicho día no sea un fracaso. Temen, y es normal, que la gente sea reacia a perder un día de salario con la que está cayendo, con la bajada del 5% en el sueldo de los funcionarios y con la práctica congelación de salarios en la empresa privada. Además, los trabajadores ya se han acostumbrado a su ‘nuevo’ sueldo. Quizá la huelga tenía más sentido nada más anunciarse los recortes que varios meses después. En cualquier caso, una vez más, se pondrá de manifiesto que la huelga es un derecho, pero que lleva consigo una obligación impuesta por los convocantes. Y eso no está bien. Cada uno es -o debe ser- dueño de su destino y de sus decisiones. De ahí que la imposición violenta de las huelgas por los llamados ‘piquetes informativos’ deje muchas veces un mal sabor de boca.
Zapatero no viene el domingo 5 de septiembre a Rodiezmo, pero ha vivido su verano más leonés desde que es presidente. Así, el 1 de agosto llegó a León y durante los cuatro días que estuvo tuvo tiempo para ir al cine a ver ‘Mi segunda vez’, a pescar, a ver las obras del AVE en la capital con la nueva estación que posibilitará por fin acabar con el paso a nivel del Crucero, a inaugurar el Centro Especializado de Alto Rendimiento para Lanzadores (CEAR) y a celebrar el 4 de agosto su 50 cumpleaños con sus familiares más allegados. También departió durante una hora con los directores de San Marcos en la Biblioteca de San Marcos. Luego volvió a mitad de mes a pescar y prometió volver para inaugurar la nueva terminal de viajeros del aeropuerto. Y seguramente vendrá más veces, porque es tiempo preelectoral y ZP tiene que sacar rédito político de su apuesta por León: más de 400 obras con 6.000 millones de euros de inversión en seis años. Eso sí, contando también los túneles de Pajares. Mucha pasta,... pero poco reconocimiento.
Publicado el 3 de septiembre de 2010 a las 10:45.