La hora de la Junta
La crisis económica tiene cabreados a millones de españoles -y a miles de leoneses- porque el paro no deja de crecer, los créditos se dan con cuentagotas y el ajuste ha obligado a retroceder en la política social y fiscal de Zapatero (fuera el cheque-bebé y la retroactividad en la aplicación de la Ley de la Dependencia, adiós a los 400 euros del IRPF, congelación de las pensiones,...) y a decidir por primera vez en la historia la bajada del sueldo de los funcionarios. La situación está complicada y está produciendo un gran desgaste al Gobierno y al PSOE. Sin embargo, las elecciones más cercanas -las de mayo de 2011- son municipales y autonómicas y no es trasladable todo ese desgaste político a los representantes locales y autonómicos del partido en el poder en el Gobierno.
Pero hay una ciudad y una provincia, León, que tiene una peculiaridad propia. Y es que el actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es de León y a pesar de la crisis se ha volcado con su ciudad y su provincia. Hay tantos proyectos en marcha, que es muy difícil cuantificar las inversiones en marcha. Seguro que pasan de 500 millones de euros, una cifra más espectacular todavía si se tiene en cuenta la que está cayendo. En cualquier caso, prácticamente todas las grandes obras en ejecución o en licitación llevan el sello del Gobierno. El AVE, la integración del ferrocarril, la integración de Feve y el tranvía, el Palacio del Conde Luna, el Palacio de Congresos, el Palacio de Congresos y Exposiciones, el nuevo órgano para la Catedral, la Ciudad de la Energía, la Autovía León-Valladolid, los pasos subterráneos en la Ronda Este en La Granja y el Hospital, el Canal Bajo de Payuelos, la remodelación del Canal del Órbigo... tienen toda la financiación del Estado o la parte más importante. Es evidente, que esta feliz coincidencia de obras tiene un responsable -Zapatero- con el que la Junta no puede competir. En los proyectos citados, donde lo importante es que estén en marcha aunque haya retrasos, la Junta participa en el Palacio de Congresos y en Michaisa -40% del coste de dichos proyectos- y parece que más por el empeño de otro leonés ilustre, Antonio Silván, consejero de Fomento, que por una decidida apuesta de la Junta por León. También la Consejería de Cultura está presente en la financiación del 1.100 Aniversario del Reino de León y en el nuevo órgano de la Catedral. Pero la legislatura ya acaba y falta un proyecto estrella de la Junta en León. Al margen de lo citado está el Centro de Supercomputación, también con el empeño de Silván más la Universidad y HP, y un Parque Tecnológico inaugurado en 2007 y que no ha cumplido las expectativas ni de empleo ni de empresas. Todavía falta más de un año para las elecciones y la Junta tiene tiempo suficiente para diseñar un gran proyecto de futuro que ilusione a los leoneses en estos tiempos de crisis. El Musac fue el último gran emblema, pero de eso hace ya cinco años.
Publicado el 21 de mayo de 2010 a las 09:30.