Medalla de Oro para las Cortes de León de 1188
Era un homenaje merecido, pero han tenido que pasar 822 años para que se haga realidad. La celebración del 1.100 Aniversario del Reino de León y el objetivo de su comisario, el escritor Juan Pedro Aparicio, de que se reconozca a León como cuna del parlamentarismo mundial han sido la clave. Hay que reconocer una mención especial en la defensa de esta tesis al historiador australiano, John Keane, que el 9 de febrero defendió su tesis en el Salón de Actos de la Obra Cultural de Caja España en Santa Nonia. Unos días después, las Cortes de Castilla y León concedieron su Medalla de Oro a la Real Colegiata de San Isidoro en cuyo claustro se celebraron las históricas Cortes de León de 1188 convocadas por el Rey Alfonso IX. Un merecido homenaje en el XXVII Aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla y León y otra excelente oportunidad perdida en ese afán de querer coser la Comunidad. Pues ni ese detalle. Primero porque el homenaje debería ser al pueblo de León, auténtico protagonista en esa fecha histórica de hace 822 años, y San Isidoro no es lo que más representa a la ciudad de León. Pero ya que se otorga la Medalla de Oro a tan histórico edificio del románico, se podría haber tenido el detalle, de haber celebrado el acto anual del 25 de febrero en la Real Colegiata de San Isidoro. Pasó sin pena ni gloria el VIII Centenario de las Cortes de León en 1988 -cuando Aznar era presidente de la Junta y Carlos Sánchez Reyes el de las Cortes de Castilla y León-, y aunque esta celebración lleva mejor camino gracias al buen hacer del comisario Juan Pedro Aparicio, que ha sido capaz de evitar discordias entre tantos intereses enfrentados, siempre topamos con el mismo muro, el del centralismo. De ahí que está muy bien que el alcalde de Valladolid reivindique tranvía y Palacio de Congresos a estilo León, pero quizá para ser más justo y menos celoso debería incluir en el ‘pack’ la llegada de las Cortes a León, la cuna del parlamentarismo mundial, que al menos la mitad de las consejerías se instalen aquí y que el Parque Tecnológico de León tenga tantas empresas como Boecillo. Seguro que todo iría mejor.
Publicado el 26 de febrero de 2010 a las 09:15.
