Demasiada ‘alta tensión’
La línea de alta tensión Sama-Velilla se ha convertido en el tema estrella del debate político en León. 2010 es el último año completo antes de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2011 y todos los partidos buscan las ‘cosquillas’ al rival ridiculizando su discurso aprovechando las contradiciones que generan los distintos proyectos. Y si hay un proyecto quemado -viene generando polémica desde ya 30 años- y donde se puede sacar los colores al rival ése es ‘la Sama-Velilla’.
Se trata de un proyecto vital para Asturias, que está gobernada por el PSOE, para ‘evacuar’ la energía que producirán las cinco centrales de ciclo combinado de gas proyectadas y que junto a la regasificación y la ampliación del Musel suponían una inversión de más de 5.000 millones de euros. Red Eléctrica Española (REE) vuelve a apostar por dicha línea hasta Velilla del Río Carrión, donde hay una central térmica de carbón, y el Gobierno -del PSOE- y la Junta -gobernada por el PP- dan el visto bueno en un pacto rubricado en Valladolid en el verano de 2005 entre Vicente Álvarez Areces y Juan Vicente Herrera con José Montilla -entonces ministro de Industria- como testigo. Unos meses después comenzó a tejerse una feroz oposición con los alcaldes de la zona y con Francisco Castañón (La Pola) como abanderado criticando la línea y poniendo de relieve el destrozo ambiental que supondrían cientos de torretas en una zona declarada Reserva de la Biosfera. La Diputación se unió a los municipios y paga los costes de la demanda contra el proyecto. Más tarde, y sobre todo con la llegada de Francisco Fernández al liderazgo de los socialistas leoneses, el PSOE muestra su “no rotundo” a un proyecto que nadie del Gobierno ha explicado y que causará grandes daños medioambientales en la montaña leonesa. También el PP de Asturias se mostró contrario a la línea de alta tensión como quedó demostrado en una rueda de prensa en Oviedo con la presidenta del PP de León, Isabel Carrasco, y el del PP de Asturias, Ovidio Sánchez. La polémica a veces se tranquiliza, pero ha arreciado con la visita a Asturias de Manuel Chaves, ministro de Política Territorial y vicepresidente tercero del Gobierno, al señalar que se hará la línea porque es una “cuestión de Estado al ser un proyecto de interés nacional”. Nueva oposición del PSOE y el PP de León, y también de IU, UPL y de colectivos leonesistas, remarcando todos que “el proyecto no se aceptará ni por imposición ni por dinero”, rechazando así la posible compensación que insinuaba Chaves. Pero desde la Junta se anima al Gobierno a que cumpla lo pactado. “No entiendo como el Gobierno de España, con documentos suscritos, puede entrar en tanta contradición”, afirmó Tomás Villanueva, consejero de Economía y Empleo. “Si la Junta no defiende los intereses de León es que sobra la Junta”, replicó el alcalde de León, al que responden que sólo Zapatero puede parar la línea. Mientras tanto el Gobierno tampoco mueve ficha y en Asturias se retrasan sine die las obras de las cinco nuevas centrales de gas. La crisis económica, la reducción del consumo de electricidad, las energías alternativas y la falta de financiación son las causas del ‘parón’. De ahí que todavía se esté a tiempo de generar un necesario debate entre los argumentos a favor del proyecto y los daños medioambientales y económicos a la provincia de León. Las cinco centrales de gas supondrán futuro para Asturias, pero a la vez ponen en jaque a la minería leonesa y palentina. Lo grave es que en tres décadas nadie haya sido capaz de explicar el proyecto. Pues ya va siendo hora porque hay mucho en juego.
Publicado el 22 de enero de 2010 a las 09:30.