La cuesta de enero
Las fiestas navideñas han llegado a su fin y vuelve una realidad que es más cruda de lo que parece. Y es que las últimas semanas con tantas comilonas y regalos en dos fases (papá Noel y Reyes) parecían ofrecer un espejismo de que la situación económica no es tan mala como reflejan los datos económicos. Las tiendas y supermercados a rebosar, colas hasta para pagar los regalos, juguetes que se agotan a pesar de su elevado precio,... maquillaban una realidad que ahora afronta una empinada cuesta de enero. Afrontar un año con 3.923.603 personas inscritas como demandantes de empleo no es un buen comienzo y más cuando al menos enero y febrero no son buenos meses para la generación de empleo. Así las cosas, el Gobierno apenas tiene margen para evitar que esa cifra supere la barrera sicológica de los 4 millones de parados.
En León no están mucho mejor las cosas. 2009 acabó con 35.897 parados y lo peor es que este dato supone 5.435 desempleados más que al cerrar 2008. Los ‘brotes verdes’ que el presidente Zapatero anunció para la primavera pasada tuvieron un efecto efímero gracias a su ‘Plan E’, pero no tuvo la continuidad deseable en el empleo. Lo curioso en León es que ni siquiera las grandes inversiones que se realizan en las obras del AVE o de la autovía León-Valladolid hayan tirado lo suficiente de la economía y del empleo para haber mitigado ese brutal aumento del número de desempleados, un 17,8% en 2009. Otro dato relevante -y también negativo- es que León ha perdido en 2009 más de 1.200 cotizantes a la Seguridad Social. Da la impresión de que el Gobierno ha presentado multitud de planes de reactivación económica con mucho márketing político y eficacia puntual, pero quizá ha olvidado que las empresas son un motor imprescindible en el mantenimiento y la creación de empleo y que para ejercer esa función deben de tener sus cuentas al día. Si las administraciones son las primeras en demorarse en los pagos, por mal camino vamos porque las empresas seguirán con sus ajustes de plantillas para reducir costes. La liquidez de las empresas se basa en cobrar a tiempo y en poder acceder a los créditos; justo lo que ha faltado en 2009... y así nos ha ido. Y lo peor es que no tiene pinta de cambiar.
Publicado el 8 de enero de 2010 a las 09:30.