La deuda de la discordia
La deuda del Ayuntamiento de León enfrenta de nuevo a equipo de gobierno y a la oposición. Supongo que la contabilidad tiene muchos caminos y que se puede llegar a muchas y variadas conclusiones, pero me da la impresión de que hay asuntos con los que no se debe jugar porque está en juego la credibilidad del Ayuntamiento de León, que debería ser más importante que la propia labor de gobierno y de oposición. En diciembre de 2007, el equipo de gobierno PSOE-UPL presentó los datos de una auditoría y la recomendación de la puesta en marcha de un plan de salvación económica. La deuda certificada por el interventor municipal el 13 de diciembre de 2007 era de 268.645.274,92 euros. Esta semana, el concejal de Hacienda ha presentado un documento similar con fecha 16 de noviembre de 2009 donde la deuda es de 219.893.400 euros. La diferencia es notable: casi 49 millones de euros menos en menos de dos años. Esta cantidad puede bajar de los 200 millones cuando se ingresen los treinta y tantos millones de euros de la externalización del servicio de aguas. El equipo de gobierno ha sufrido en estos dos años un desgaste político considerable, pues tomó decisiones como subir el IBI un 27%, reducir la plantilla, privatizar servicios, drástico recorte de los gastos corrientes y externalización del agua. Si estas medidas han dado resultado, deberíamos felicitarnos todos; porque además con el invento éste del ‘factoring-confirming’ se han pagado deudas a proveedores, algunas de hacía más de una década.
Pero llega el PP y ofrece otra contabilidad y dice que la deuda no sólo no ha disminuido sino que ha crecido hasta los 315 millones de euros. Casi nada: 96 millones de diferencia entre las cuentas del concejal de Hacienda y las del portavoz de Economía del PP, Luis Nogal. Éste acusa al equipo de gobierno de utilizar información sesgada y de utilizar al personal del Ayuntamiento “para tapar sus propios errores”, a la vez que insiste en la acusación de despilfarro en el gasto.
Alguien miente y de forma descarada. Pero lo peor es que el descrédito afecta a una institución en quiebra.
Publicado el 20 de noviembre de 2009 a las 09:15.