las cosas de palacio, despacio
Quizá nunca más la Diputación de León vuelva a tener una legislatura en la que se nade tanto en la abundancia como en la actual. Los remanentes de ejercicios pasados acompañados de una mejora en la gestión y contención del gasto han hecho posible que la Diputación haya superado ampliamente los 100 millones en ‘caja’; cifra que no va a volver a alcanzarse -lo contrario demostraría una pésima gestión- porque en los próximos días se cancelará de una ‘tacada’ una docena de préstamos por un importe total de 30 millones de euros.
De esta forma los presupuestos de la Diputación dejarán de consignar una partida de unos 11 millones de euros anuales para amortización de deuda y pago de intereses. Una cantidad que se incorporará a distintas partidas de las cuentas provinciales para inversiones en los pueblos de menos de 20.000 habitantes y también para pagar los 5 millones del coste anual de los parques de bomberos. En breve, a la Diputación sólo le quedará pagar un crédito a EspañaDuero de unos 3 millones, préstamo que no se cancela porque ‘cumple’ en septiembre de 2018 y la cancelación anticipada supondría una penalización de 278.000 euros.
Hay dinero, hay proyectos... y muchas necesidades en las que invertir. Sin embargo, da la impresión de que la ‘maquinaria burocrática’ del Palacio de los Guzmanes es tan lenta, farragosa y pesada que eterniza los trámites. Esta legislatura debería suponer un cambio espectacular en la provincia y se va a llegar a mayo de 2019 con muchos deberes por hacer. Por ejemplo, el llamado ‘Plan de Bomberos’ sigue su farragoso proceso y a duras penas será una realidad a finales de la legislatura. Además, la ‘pelea’ tanto por la profesionalización o no de los bomberos o las dudas de ubicación de uno de los parques en Celada de la Vega -como está estipulado- o en Riego de la Vega -como demandan PSOE y UPL, que incluso acusa de pelotazo urbanístico en Celada- no hacen más que añadir leña a un fuego que debería estar extinguido en origen. Lo peor es que la Diputación por segundo año consecutivo ha consignado una partida de 8 millones para los ‘bomberos’ y prácticamente quedará sin gastar. Ahora que están saneadas las finanzas se necesitan apuestas claras a corto y medio plazo como un plan de carreteras ‘total’ , un mayor apoyo a la industria agroalimentaria y a la marca Productos de León aprovechando la capitalidad gastronómica de León 2018, un más ambicioso Plan de Emprendedores, planes especiales para corregir desequilibrios comarcales,... Sin deudas, se pueden mantener en el tiempo y cambiar la provincia.
Publicado el 27 de octubre de 2017 a las 09:00.