‘Rescate’ para un ‘catastrófico’ campo leonés
Ya empiezan a sonar tambores de guerra en el campo leonés. La sequía primero y las heladas después destrozaron las cosechas de cereales, forrajes, frutales, viñedos,... y hundieron las expectativas de otros cultivos como el maíz o la remolacha porque no se garantizan los regadíos más allá de mediados de agosto. Un desastre para el sector agrícola que repercute en el ganadero por la subida de precios (ya del 20%) de forrajes y cereales ante la nefasta cosecha prevista. Las pérdidas son incalculables primero por el amplio alcance de los daños y después porque hay que esperar a saber si el tiempo ayuda a recuperar más cosecha de la prevista o acaba de arrasarla con alguna granizada fuera de lugar, como ya ha ocurrido en el Bierzo. Un ‘desastre’ que Asaja ya cifró en más de 151 millones de euros, pero que seguramente se quedará corta... Y las administraciones sin dar soluciones concretas y eficaces. De ahí los ‘tambores de guerra’ y la preparación de una macromanifestación del sector, que debe ser unida y ‘bendecida’ por todos los sindicatos- para reclamar el ‘rescate’ de un sector vital para la economía provincial, autonómica y nacional al que este año el tiempo le ataca por todos los lados.
Los agricultores y ganaderos de ahora son pequeños y medianos empresarios; es decir, que necesitan invertir para modernizar sus explotaciones agrícolas y ganaderas y para ello precisan de créditos. Un año prácticamente en blanco en ingresos llevaría a la ruina a gran parte de estas explotaciones si tienen que seguir afrontando el pago de los créditos sin apenas ingresos. De ahí que las soluciones aportadas como el adelanto de la PAC, nuevos créditos -aunque sean al 0%- o más apoyo de la Administración para fomentar los seguros agrarios- sean pan para hoy y hambre para mañana al no ser la solución que necesita el sector que precisa ayudas directas y otras medidas como un año de moratoria en el pago de los créditos y negociar el pago de los intereses. No tiene sentido ir a más créditos con la que está cayendo. Los agricultores lo saben y de ahí que rechacen la propuesta de una huída hacia adelante a base de más endeudamiento y de gastar por adelantado. Sería la ruina.
O el Gobierno se atiende a afrontar esta situación de excepcionalidad del campo o volverán las manifestaciones agrarias. Es el momento del ‘rescate’ del sector en un año catastrófico y de sentar las bases de una nueva forma de gestionar unos seguros agrarios en régimen de monopolio en los que, como demuestra los datos, no confía el campo.
Publicado el 12 de mayo de 2017 a las 09:00.