Mariano Rajoy, el presidente más discutido
Parece que no hay vuelta atrás y que, por fin, este sábado 29 de octubre será el último día de Mariano Rajoy como presidente en funciones (lleva más de 300 días). Habrá hecho falta dos elecciones generales (20-D de 2015 y 26-J de 2016), dos investiduras fallidas (Pedro Sánchez primero y Rajoy después) y una tercera sesión que saldrá adelante gracias a una más que polémica abstención de un PSOE en sus horas más bajas que se ‘llevó por delante’ a su líder Pedro Sánchez, ya que su innegociable ‘No es no, qué parte del ‘no’ no entiende’ hizo reaccionar a los ‘barones socialistas’ para buscar una abstención de los diputados socialistas que, aunque aupara a Rajoy a La Moncloa, sería el mal menor, ya que unas terceras elecciones anunciaban un desastre electoral y el tan temido ‘sorpaso’ de Unidos Podemos.
Pero si el PSOE no va a tener un ‘camino de rosas’ en su reconstrucción (búsqueda de nuevo líder federal, candidato y nuevos líderes provinciales regionales y provinciales), tampoco lo va a tener fácil Mariano Rajoy en su segunda legislatura como presidente. Mucho tendrá que cambiar su forma de hacer política para perdurar en el cargo al tener que compaginar su política con los ‘guiños’ a Ciudadanos y PSOE. Rajoy es un político duro que no cede ante las dificultades. Aguantó dos derrotas ante ZP (2004 y 2008), cuando partía de la mayoría absoluta de Aznar del año 2000, y se remontó hasta ganar por mayoría absoluta a finales de 2011. La crisis le obligó a prolongar los recortes y ajustes iniciados en el segundo mandato de Zapatero y ahí empezó a cavar su tumba. Era lo contrario de lo que había prometido. Pero Rajoy es duro y rocoso donde los haya y aguantó el ‘chaparrón’ de críticas del PSOE y el tirón de los nuevos partidos -Ciudadanos y Podemos- siendo el partido más votado con 123 diputados. Generaba rechazo y nadie quiso pactar con él, pero tampoco el PSOE logró los apoyos necesarios para gobernar (a sus 90 diputados sólo logró sumar los 40 de C’s y 1 de Coalición Canaria). Nuevas elecciones y Rajoy subió hasta los 137 escaños y logró el apoyo de C’s y CC. 170 diputados que no sirvieron para renovarle como presidente, pero qué sí le servirán ahora gracias a la ‘abstención técnica’ del PSOE. El temor a las terceras elecciones tambaleó los cimientos socialistas y se inició el proceso en busca de una abstención que permitiera cambiar la política del PP desde el Parlamento y a la vez reconstruir el proyecto socialista. No será fácil, pero quizá sea bueno para la mayoría. Sólo Podemos es crítico al ver amenazado su horizonte electoral ante la división interna del PSOE.
Publicado el 28 de octubre de 2016 a las 08:45.