18-abril-1188 CORTES CORONA LEONESA
Francisco Iglesias Carreño*
Del Instituto de Estudios Zamoranos FLORIAN D´OCAMPO
Cuando desde la singular o grupal vivencia democrática, en nuestra libre voluntad, hacemos citas en nuestro lenguaje coloquial y hablamos de “defender lo nuestro”, es obvio que se trata cosas próximas, cercanas y mediatas, de algo unido, umbilicalmente unido, en la saga de la familiaridad, asido a nuestros ambientes cotidianos, a nuestras raíces, inmersas en la religiosidad cristiana, y el entorno vivencial de las mismas, y no, ¡y nunca!, de algo que, como moda foránea y/o imposición [léase con nitidez Pacto de 31-7-1981, tras el 23-F], nos viene de fuera (en los tiempos que corren los “inventos del centralismo” agraden, un día si y otro también, la significación, enjundia y personalidad constitucional propia, especifica y diferenciada de todos y cada uno de los Pueblos de la España Nación que, dicho sea de paso, forman ya parte alícuota importante, del proceso de construcción de la Unión Europea) . Ello no quiere decir, en modo alguno, que estemos cerrados a comunicaciones exteriores y/o a los avances del mundo de la investigación científica, creatividad literaria, avances tecnológicos, renovaciones del pensamiento filosófico o la solidaridad fraternal del género humano, pero siempre, sin amagar con ocultamientos y tergiversaciones, con la transparencia de lo de aquí, de lo nuestro.
Hacen ya ahora 828 años, ¡tanto tiempo pasado!, de la celebración de las Cortes de la Corona Leonesa [ese territorio conformado, hoy día, por las regiones constitucionales-.-en 1931 y 1978, y en vigencia durante el régimen de dictadura de Franco-.- de Extremadura+Reino Leonés+Galicia+Asturias] en el año 1188, y esa distancia temporal, más que sobrada, da una base umbral amplia, referencia sólida y general perspectiva, para situar, en su justa apreciación, como una ubicación extraordinaria, cimera y mayestática, en el computo absoluto, integral y global del proceso histórico universal ,algo que, ¡ fijémonos bien !, ha tenido lugar aquí, entre nuestra gente (que es de lo nuestro) y en nuestra tierra (que igualmente es de lo nuestro), para proyectarlo en magnificencia, en un acontecer máximo, como el precedente más importante, más impactante y tal vez, seguramente de los más trascendentes, del inicio del parlamentarismo a nivel mundial. Eso aquí y…¡de lo nuestro!.
Que alguien tan concreto y singular, como fue el soberano Rey Emperador Alfonso IX, de origen zamorano (en la fortaleza leonesa vigía en la ribera del Río Duero frente al agareno sur), como cabeza del Regnúm Imperiúm Leonés-.- el Estado Medieval Hispánico por excelencia-.-, convocará, por libre voluntad, en la imperial ciudad de León, a los representantes del clero, la nobleza y las ciudades, a la xuntanza leonesa, de reunión y asamblea, de las Cortes de la Corona Leonesa, es algo intelectualmente creativo, ¡profundamente creativo!, políticamente innovador, ¡tremendamente innovador!, en aquella época del momento medieval y marcaba ya, ¡con el tal ya de temporalidad !,desde el sello de la leoneseidad, más primigenia, que impregnan la Edad Media Hispánica , Europea y Universal, el itinerario político de un camino plural (de esa pluralidad que son los seres humanos), de extensa representación( de iniciativas vías de libertad), con sentido de amplia participación ( en la extensión de la base social) y acercamiento a la singularidad de los individuos..[Al mismo tiempo Gengis Kan está venciendo, en Asia Central, a los taieschutos.]
La imperial ciudad de León fue el lugar donde en el año 1188 (el 18 de abril de 1188), con la ya citada convocatoria de las Cortes de la Corona Leonesa, se fraguaron las bases del pre-democratismo, y no solo por el hecho del sentido de la propia convocatoria en si, si no también, y sobre todo, por la promulgación en ellas de la CARTA MAGNA LEONESA que afectaba a los derechos de los individuos (los de aquel entonces leoneses de Extremadura+Reino Leonés+Galicia+Asturias, el territorio donde se asentaba la tumba del Apóstol Santiago y contenía la Cámara Santa de Oviedo).[Es del todo lógico, humano y natural el asumir que quienes descendemos de tal tronco de leoneseidad, aquí en la triprovincial Región Reino Leonés, lo nuestro, seamos propulsores a ultranza de los derechos individuales y grupales de todos y en especial de nosotros: los leoneses, y lo hagamos siempre, de forma tenaz, frente a cualquier imposición foránea]
Tal documento de la Carta Magna Leonesa es un precedente, muy citado, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que actúa de compendio de los derechos de los habitantes de la Corona Leonesa (con la extensión territorial de Extremadura, Reino Leonés, Galicia y Asturias con Alfonso IX) en pleno Siglo XII y que da información, formación y guía para otros documentos, de tal materia, tanto en la Península Ibérica como en la Europa de la Edad Media y Moderna próxima, e incluso con el inicio de la Edad Contemporánea, donde ya transciende hacia otros continentes.
El año 1188 es de un protagonismo exultante de la leoneseidad hispánica, y lo es globalmente en EXTREMADURA+REINO LEONÉS+GALICIA+ASTURIAS, en el territorio antropológico y espacio social de las cuatro Regiones Históricas ( doblemente constitucionales) de la Corona Leonesa, aunque tenga, ¡ y en teniéndolo!, los matices extremeño, leonés, gallego y asturiano, por que, a mayores, hace que tales matices,¡ tan fraternales matices!, actúen convergentemente con y en sentido identitario ( de lo nuestro) en el paradigmático, jacobeo e isidoriano Noroeste Ibérico de la España Nación. Después de 828 años, aquí, en ese apoyar lo muestro, ser de lo nuestro y estar con lo nuestro, debemos agradecer, y agradecemos sobremanera, a los conformadores, asistentes y protagonistas directos de las Cortes de la Corona Leonesa de 1188 por su trabajo de labor política, parlamentaria, social y humanística, aplaudiendo entusiásticamente su hacer de aquel entonces, desarrollado en unas condiciones políticas y bélicas ambientales de amplia y general hostilidad de sus vecinos, y ello lo llevamos a término destacando y magnificando, ¡en grado excelso !, como signo de amplio reconocimiento, la figura de su convocante : el Rey Emperador de la Corona Leonesa Alfonso IX. Su frase: “por la utilidad de mi Reino” dice de él.
La fecha del 18 de abril es año tras año, todos los años, sin lugar a dudas, el DIA DE LAS CORTES LEONESAS.