Juicio paralelo a Isabel Carrasco
Comenzó en la Audiencia Provincial de León el largo juicio por el asesinato de Isabel Carrasco el ya lejano 12 de mayo de 2014.
Las acusaciones particular y popular y el fiscal tienen clarísimo que Montserrat González, su hija Triana y la policía local Raquel Gago prepararon un ‘plan perfecto’ para asesinar a Isabel Carrasco, crimen que consumó la madre -Montserrat- y que con toda probabilidad seguiríamos buscando al culpable de no ser por la actuación del policía jubilado que presenció el crimen y siguió a la asesina hasta su dentención con riesgo para su vida al ver la frialdad y precisión “de un sicario” con la que consumó el asesinato en la pasarela sobre el río Bernesga. La autora confesó y sólo habría que probar que las otras dos acusadas -Triana, la hija; y Raquel, la policía local- participaron activamente en la planificación del macabro plan para asesinar a la presidenta de la Diputación y del PP. Como lo tienen claro piden 23 años para cada una de ellas; 20 por asesinato y 3 más por tenencia ilícita de armas, a lo que se suma inhabilitación, orden de alejamiento e indemnizaciones a la hija de Carrasco -Loreto-, al compañero sentimental -Jesús- y también al Partido Popular.
En el otro lado, el abogado de Montserrat y Triana presenta a Isabel Carrasco como “una mujer con una maldad fuera de lo común” y para justificarlo no escatima datos de persecución a Triana en lo laboral, en lo político, en lo económico y hasta con propuesta sexual a Triana. Es esta persecución a Triana y el cortarle de raíz todos los proyectos profesionales en la Diputación, en la Junta y en otras empresas e instituciones la que llevó a la madre a un trastorno mental que terminó originando la tragedia. Con el eximente de locura y el atenuante de reparación del daño pide para la madre una condena de 8 años y medio de prisión y la libre absolución para Triana al no apreciar delito de encubrimiento al tratarse de su madre.
El abogado de Raquel Gago pide su absolución al ser “absolutamente inocente”, ya que entregar el arma del crimen es impropio del autor.
Las posturas están claras; unos piden una dura condena para castigar un asesinato, ya que nadie tiene derecho a matar; y los otros la libertad para Triana y Raquel, echando todas las culpas a Monserrat, pero atenuando su condena por un trastorno mental producido por la persecución a una hija a la que está muy unida. Y en medio de todo, un juicio paralelo a la ‘dama de hierro’ de la política leonesa y a su ‘particular y caprichosa’ forma de actuar. No se escatiman detalles, pero Isabel no se podrá defender... El jurado decidirá...
Publicado el 22 de enero de 2016 a las 09:30.
