Rajoy y las elecciones del 20-D
Mariano Rajoy no tuvo mejor ocurrencia que poner unas elecciones a las puertas de la Navidad. No parece la mejor fecha teniendo en cuenta que la campaña de Navidad y rebajas es la época fuerte de pequeños comercios, medianos, centros comerciales y grandes superficies y el 20-D sólo genera incertidumbre. Hay empresarios que ya han notado un ‘suspense’ en el típico ‘boom’ comercial de estas fechas plagadas de comilonas, regalos y fiestas. Cuatro partidos con opciones de ganar y anuncios de cambios -unos más moderados, otros más drásticos- generan incertidumbre en la ciudadanía y en los empresarios, que en muchos casos deciden paralizar compras e inversiones a la espera de saber qué pasa el 20-D. Quizá también esta cautela inversora y compradora tenga algo que ver en la subida del paro en octubre en en 82.327 personas situando la ‘vergonzosa’ cola en 4.176.369 parados. En León, 1.800 personas pasaron al paro situando la cifra total en 40.346 parados. Este país no funcionará bien hasta que no se bajen de los 3 millones de parados.
Las encuestas llevan meses siendo dispares. La mayoría dan al PP como partido más votado, pero algunas lo han hecho también al PSOE y a Ciudadanos. Hace tiempo que Podemos ‘cotiza’ a la baja y no logra superar la cuarta posición cuando hace unos meses llegó a liderar la preferencia de los españoles. Además, el presidente Rajoy ha pisado el acelerador multiplicando su presencia pública y en entrevistas buscando mejorar su imagen y consolidar una mayoría que nadie pueda discutir y le permita repetir gobierno cuatro años más; eso sí, en minoría o con apoyos. Es la diferencia de estas elecciones con las del 20-N de hace cuatro años. Entonces el PSOE machacó a Zapatero, buscando como candidato al vicepresidente Rubalcaba. Es decir, el propio PSOE que censuraba la gestión de Zapatero colocaba de candidato a su número dos, un cómplice de la ‘gestión’. Así fueron los resultados, un desastre. Ahora el PP ha cerrado filas en torno al presidente Rajoy, poniendo en valor los logros económicos de estos años y las buenas prespectivas económicas que hay si el Partido Popular sigue en el poder. Rajoy vuelve a ser el cartel electoral del PP por cuarta vez (dos perdió con Zapatero, 2004 y 2008; y en la tercera arrolló a Rubalcaba, 2011). Parece que el PP mejora sus apoyos, aunque perderá más de 50 diputados. Otra cosa es que Rajoy termine ganando por una mayoría frágil y para pactar con Ciudadanos, éstos exijan un presidente -o presidenta- distinto a Rajoy que no tenga lastres con la corrupción y que de verdad pueda representar un cambio de rumbo económico y de regeneración democrática. La solución,... el 20-D.
Publicado el 6 de noviembre de 2015 a las 09:15.