‘AVE... Óscar’
La casualidad ha querido que León acabara septiembre estrenando el ansiado AVE y comenzara octubre con una visita del alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, a la capital leonesa. Dos acontecimientos históricos en apenas dos días que deben servir para sembrar de futuro un Viejo Reino que tanto tiene que ofrecer.
Lo del AVE era esperado desde 2008. El propio presidente Zapatero lo anunció cuando en 2007 el AVE llegó a Valladolid tras abrirse hueco en las entrañas del Guadarrama. Ni fue en 2008, ni al año siguiente ni antes de concluir su mandato en La Moncloa. Como mucho se llegó a construir la nueva estación y a eliminar el paso a nivel del Crucero aunque fuera con el ‘tercermundista fondo de saco’ del que tanto se quejan los asturianos. Tampoco el PP logró inaugurar el AVE en 2012, acuciado por los recortes puestos en marchas y amparados también en que Zapatero dejó las facturas sin pagar... Pero la llegada del AVE no podía pasar de 2015 por ser año electoral... aunque también llega con retraso. El Gobierno no logró tener a punto el estreno para la primavera pasada y seguro que algo influyó en la caída de votos del PP en las elecciones municipales y autonómicas del 24 de Mayo. El Ministerio de Fomento tampoco fue capaz de cumplir que la inauguración fuera en verano y a duras penas se ha logrado que sea en septiembre. Al final, tampoco se ha conseguido la solemnidad que habría representado la presencia en León del Jefe del Estado, Su Majestad Felipe VI.
Pero al final lo importante es que León ya está unida a Madrid en 2 horas y 6 minutos de cómodo viaje y que poco a poco ese tiempo se irá reduciendo hasta los 105 minutos -1 hora y 45 minutos- cuando la línea ferroviaria construida esté suficientemente probada y contrastada, además de que todas las medidas de seguridad estén a pleno funcionamiento y se compruebe también que el tramo de vía único tan criticado no es un problema para la alta velocidad ferroviaria. Entonces el AVE podrá llegar a circular a 300 kilómetros/hora y de ahí que el tiempo sea tan corto. León se pone así a menos de dos horas de una comunidad autónoma del potencial demográfico y económico de la de Madrid con alrededor de 6,5 millones de habitantes, la mitad de ellos residentes en la capital madrileña.León tiene que ofrecer su excelente y variado patrimonio turístico, gastronómico, natural e histórico para atraer a tanto madrileño como busca un plan para llenar su fin de semana, puente o vacaciones. León no puede dejar escapar esta oportunidad y tiene que convertir al turismo en uno de los pilares de su futuro.
Y entre León y Madrid está Valladolid, la ciudad que desde 1983, poco a poco, se fue quedando con la mejor parte del pastel autonómico. Y ahí radica la causa principal del enfrentamiento entre leoneses y pucelanos. Un León, que fue Reino e Imperio y es Cuna del Parlamentarismo, pero que se quedó primero sin autonomía y después sin ninguna de las sedes importantes amparados en la situación ‘central’ de Valladolid entre las nueve provincias. Si primero León tuvo un alcalde leonesista hasta 1987 (Juan Morano) y luego Valladolid tuvo 20 años un alcalde tan ‘guerrero’ como Javier León de la Riva pues pasa que capitales de la misma comunidad llevan enfrentadas desde décadas, sin que sus primeras autoridades se reunieran en busca de sinergias que beneficiaran a ambas. De ahí lo histórico del encuentro del 1 de octubre en León de los alcaldes Antonio Silván y Óscar Puente. Cada uno luchará por su ciudad, como debe ser, pero seguro que si mantienen relaciones fluidas podrán defender posturas que beneficien a las dos ciudades.
Publicado el 2 de octubre de 2015 a las 09:15.