Un nuevo curso político con elecciones relevantes
El último domingo de agosto -y en Pontevedra- marca con el Partido Popular y Mariano Rajoy el inicio del curso político, algo parecido a lo que eran León y Rodiezmo en tiempos de Zapatero el primer domingo de septiembre. Y Rajoy ya ha dejado clara su estrategia en su camino a repetir en La Moncloa en unas elecciones generales que parece que se celebrarán el 13 ó el 20 de diciembre de este año. Rajoy centrará su discurso en una idea clara: el PP o el caos. Y en ese objetivo desplegará todos sus efectivos para demostrar que el PP ha sido capaz de enderezar la pésima situación económica heredada del PSOE en 2011 y que sólo el Partido Popular es capaz de mantener -e incluso mejorar- la senda de crecimiento económico y de empleo que vive España en los últimos meses. Pero como no sólo de autoalabanzas se vive en la política, Rajoy y su séquito ‘popular’ atizarán a los partidos de izquierda (PSOE, Podemos e Izquierda Unida) acusándoles de populistas, radicales, utópicos y de ‘vender’ todo aquello que no se puede cumplir con tal de llegar al poder. Y el ‘modelo’ de Grecia, que tanto apoyó Podemos, será una de las bazas que exprimirá el Partido Popular. Eso sí, habrá que esperar a ver qué deciden los griegos el 20 de septiembre. A menos de veinte días de las elecciones griegas, Alexis Tsipras sigue liderando todas las encuestas de intención de voto, pero se enfrenta a un partido dividido, a muchas dimisiones y sobre todo a la nueva formación creada por el disidente Panayótis Lafazanis. Es difícil predecir cómo será el gobierno que aplicará las duras medidas del nuevo rescate con un Parlamento con ocho partidos y una posible mayoría radical que podría no ser suficiente para gobernar. De ahí la estrategia popular, que parece que va calando suavemente, de tratar de convencer al electorado de las excelencias de un partido fuerte y unido como el PP para que siga a frente de España cuatro años más.
Pero no lo tendrá fácil el PP. La corrupción es un martillo constante a manos de los partidos de oposición. Sin embargo, los procesos judiciales van tan lentos que parece que harán poca mella. El PSOE de Pedro Sánchez ha remontado el vuelo y está pisando los talones al Partido Popular (28% por 25,9% del PSOE). Por contra, Podemos sigue perdiendo terreno y ya es tercero en intención de voto con el 14,4% de los votos con Ciudadanos, cuarto, también en descenso con apenas el 11,3% de los votos. Es la tendencia de las últimas encuestas publicadas y parece claro que PP y PSOE serán los más votados, consolidando el bipartidismo sumando más del 50% de los votos. Gobernará el que sea capaz de encontrar los suficientes apoyos, pero ambos partidos mayoritarios lo van a tener muy difícil a no ser que se acentúe la caída de Podemos y Ciudadanos y la subida de PP y PSOE. Rajoy mete miedo con el radicalismo que representaría un Gobierno formado por un pacto PSOE-Podemos (incluso también IU, que no es descartable que una sus fuerzas con Podemos). A Rajoy sólo le queda ganar las elecciones y hacerlo con autoridad, ya que de otra forma Ciudadanos podría exigir su ‘cabeza’ para apoyar al PP como ya hizo, por ejemplo, en La Rioja.
Se presenta un otoño político muy caliente con mucho en juego y con otras elecciones en septiembre -las griegas el 20 y las catalanas el 27- que también tendrán su influencia en las generales de diciembre. PP y PSOE se disputan la hegemonía; Ciudadanos y Podemos serán los que tendrán que aportar la mayoría necesaria para gobernar. En definitiva, unas elecciones decisivas donde habrá que optar entre dos modelos políticos muy distantes.
Publicado el 4 de septiembre de 2015 a las 09:15.