‘Predicar’ es fácil, a ver ahora cómo ‘se da trigo’
Las urnas hablaron y dictaron su inapelable sentencia. Pero como pasa siempre todos han terminado ganando. El PP porque, pese a su debacle y caída de votos, sigue siendo el partido más votado en la ciudad y en la provincia, además de mantener la Diputación con mayoría absoluta. El PSOE porque aunque no ha mejorado sus resultados tiene opciones de gobernar con pactos de izquierda algunos municipios gobernados durante años por el PP y ha mantenido los 5 procuradores y los 9 diputados provinciales. La UPL porque ha mejorado sus resultados en algunas zonas y ha logrado mantener su diputado y su procurador; éste puede ser decisivo al estar el PP a falta de un voto para la mayoría absoluta en las Cortes de Castilla y León. Ciudadanos porque irrumpe con fuerza en el panorama político con apenas unos meses de vida en León y será decisivo para gobernar o para decidir quién gobierna y cómo en algunos ayuntamientos importantes de la provincia. León Despierta, Podemos y ‘derivados’ porque entran en las instituciones por primera vez. León en Común e Izquierda Unida porque también han logrado que su mensaje cale más y vuelvan a ‘tocar’ poder tras años de ostracismo.
Pero en realidad todos han perdido. El PP se ha pegado un batacazo impresionante con la pérdida del Ayuntamiento de León como principal punto. Censurar a un alcalde propio que gobierna con mayoría absoluta fue un error que ha costado muy caro al PP (ha perdido 5 concejales) y repercutió también en desastre autonómico al perder 3 procuradores. Menos mal que se ha logrado mantener la Diputación con mayoría absoluta... que si no tendrían que rodar muchas cabezas... La ‘crisis minera’ no es excusa general, ya que sólo puede aplicarse a los ayuntamientos mineros. Dice el ministro Soria que en Segovia, en Zamora o en Soria no hay minería y se evaporaron la mitad de votos. Y la reacción ha sido clara: la Junta pide a Rajoy su cabeza. Y el futuro presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, añade a la lista al ministro Montoro. Es la guerra. El PP ha perdido fuerza, pero una parte importante de votos eran ‘robados’ en 2011 al PSOE con la promesa del empleo como bandera y que no sólo no cumplió sino que nos llenó de recortes y ajustes.
El PSOE porque no ha logrado ensamblar un mensaje atractivo para recuperar a un montón de ciudadanos defraudados con el PP. Mantener los 9 diputados y los 5 procuradores autonómicos más la pírrica victoria en San Andrés maquilla un resultado donde destacan la pérdida de dos concejales en León y de 4 en Astorga, donde gobernaba el PSOE desde hace 26 años.
UPL porque queda al borde de la desaparición. Era una ocasión idónea para presentar una alternativa leonesista fuerte, pero se optó nuevamente por la división de candidaturas y ahí está el desastre. Menos mal que el pacto con UGAL-UPA maquilló un poco los resultados globales.
Ciudadanos culminó su estreno con ‘sólo’ 4 concejales porque esperaban lograr más representación. Es un triunfo estrenarse con 4 concejales, pero creían que la marca ‘Ciudadanos’ tiraría más y de ahí su apuesta de no pactar donde no fueran la lista más votada. En la provincia, salvo en Villaquilambre donde añadían también el ‘apellido’ de Cíviqus, el resultado fue discreto.
Lo mismo puede decirse de León Despierta y de Podemos. Entran en las instituciones, pero sin la fuerza que creían que iban a conseguir. Ni siquiera son ‘llave’ por si mismos, ya que se necesitarían complicados pactos ‘tripartitos’.
Conclusión. El bipartidismo PP-PSOE está más sólido de lo que se creía. Sólo algunos errores caciquiles han incrementado el desgaste que estos dos partidos han sufrido como gestores de una crisis que ha traído un exceso de recortes y de ajustes. Se ve que son organizaciones con estructuras sólidas, pero tienen que empezar a leer mejor la realidad y a adaptarse a los tiempos si no quieren seguir perdiendo votantes y poder. Y es que todavía está por ver el recorrido que tienen partidos emergentes al alza como Ciudadanos y Podemos en unas elecciones como las generales previstas para noviembre o diciembre.
Ahora es tiempo de digerir los resultados del 24-M e ir preparando la entrada de las nuevas corporaciones el sábado 13 de junio. Ahí se verán qué hacen los nuevos partidos para garantizar la gobernabilidad. Y luego habrá 6 meses para ver si la entrada de ‘aire fresco’ significa de verdad un cambio en la gestión de las administraciones o si será más de lo mismo ‘con distintos collares’. Predicar siempre es fácil y prometer también; ahora llega la hora de dar trigo... Y eso es otro cantar. Sobre todo porque las ‘arcas’ no sólo están vacías sino hipotecadas para un par de décadas. Por desgracia, hay crisis para rato. Y a ver cómo actúan los ‘nuevos’ cuando sean los suyos los imputados.
Publicado el 29 de mayo de 2015 a las 09:15.