Paro de ida y vuelta
Enero dejó en León 659 parados más dejando la lista en la sonrojante cifra de 44.459 personas sin empleo. Una pasada, sobre todo si se tiene en cuenta otro dato todavía peor: en enero 1.958 personas se dieron de baja en la Seguridad Social. A nivel nacional el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo se situó al finalizar enero en 4.525.691 personas, tras subir en 77.980 desempleados respecto al mes anterior, su mejor dato en un mes de enero desde 2007, según alardeó el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Ya es triste comprobar que ésta sea la única lectura positiva del balance del empleo en enero. Con el repunte de enero, el paro vuelve a subir tras haber encadenado dos meses consecutivos de descensos. Enero es un mes en el que, históricamente, siempre sube el desempleo por la finalización de la campaña navideña. Desde el comienzo de la serie, en 1997, el paro ha crecido en todos los meses de enero, especialmente en 2009, cuando se incrementó en casi 200.000 desempleados. En enero del año pasado, el paro aumentó en 113.097 personas. Los datos demuestran la fragilidad de las políticas de empleo de Gobierno y comunidades autónomas. Es cierto que se nota una mejoría, pero no la que necesita un país con cuatro millones y medio de parados. La mayoría del empleo que se crea es temporal y estacional. Es decir, pan para hoy y hambre para mañana al crearse un empleo con una ‘vida’ muy corta. Y es esta falta de creación de empleo estable la que lastra los efectos positivos de ese crecimiento macroeconómico del que tanto nos hablan. El empleo es la clave de la salida de la crisis y da la impresión de que se pone poco empeño en ello. Con empleo aumenta el consumo y el Estado recauda más impuestos y paga menos en prestaciones sociales. Es la mejor manera de levantar el ‘vuelo’ en el camino hacia ese Estado del Bienestar que tanto costó conquistar y ahora está un tanto perdido y descafeinado.
Publicado el 6 de febrero de 2015 a las 09:00.